La madre de un hombre afrodescendiente que fue baleado por un oficial blanco el fin de semana exhortó a la calma este martes tras el aumento de la ira en Estados Unidos ante un nuevo caso de violencia policial, que reavivó las históricas protestas contra el racismo.
"Realmente solo necesitamos oraciones", dijo Julia Jackson sobre el ataque a su hijo Jacob Blake, un hombre afrodescendiente que el domingo recibió siete disparos de un agente de policía ante la mirada de sus tres hijos.
"Mientras iba por esta ciudad, noté muchos daños. Eso no refleja a mi hijo ni a mi familia (...) Si Jacob supiera lo que está pasando en cuanto a esto, la violencia y la destrucción, estaría muy disgustado", sostuvo Jackson en una conferencia de prensa.
Aunque la madre de Blake dijo que ella rezaba por la policía, su padre acusó a las fuerzas de seguridad de "intento de asesinato. Le dispararon a mi hijo siete veces, como si él no importara", dijo Jacob Blake Snr y agregó: "pero mi hijo importa. Es un ser humano". La hermana Blake, Letetra Widman, sostuvo por su parte que "no estoy triste. No quiero su compasión. Quiero un cambio".
Nuevos enfrentamientos con la policía
En tanto, cientos de manifestantes comenzaron a marchar el martes por la noche por tercer día consecutivo en Kenosha, en el estado de Wisconsin. Los enfrentamientos entre un grupo pequeño de personas que protestaban y la policía estallaron minutos más tarde.
Los agentes dispararon balas de goma -una de la cuales alcanzó a un periodista de la agencia AFP- contra la protesta después de que algunos manifestantes lanzaran fuegos artificiales contra la policía. Aunque la mayoría han protestado de forma pacífica, algunos quemaron coches y edificios en las dos noches anteriores.
Mientras, en un estacionamiento de Kenosha, un pequeño grupo de hombres armados, principalmente blancos autodenominados Ciudadanos armados para proteger nuestras vidas y propiedades, afirmó estar allí para "proteger los edificios".
El exconcejal de Kenosha Kevin Mathewson -con una pistola en la cadera y un rifle de asalto AR-15 atado al cuerpo- aseguró que el ataque a Blake lo "enfermó", pero que también quería defender su comunidad. "Algunos no se dan cuenta de que al quemar un edificio se pone en riesgo la vida de los socorristas y de cualquiera que pueda estar dentro", explicó y dijo ir armado para "defenderse" de otros que también porten armas.
Como ocurrió con George Floyd, el intento de arrestar a Blake fue registrado por un testigo en un video que se volvió viral. Las imágenes tomadas con un teléfono celular muestran a Blake, de 29 años, perseguido por dos policías que lo balean a quemarropa cuando entraba a su auto.