Acompañado de su vicepresidente, Otto Sonnezholzner, su ministro de Defensa Oswaldo Jarrín y otros altos mandos militares, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno comunicó la decisión de trasladar la sede de gobierno a Guayaquil.
En su mensaje, el mandatario comunicó que su decisión de eliminar el subsidio a los combustibles "fue una decisión correcta" y que "no hay marcha atrás con las medidas" anunciadas, a pesar de que han generado una ola de protestas en todo el país.
Frente a esto, Moreno estimó que las jornadas de manifestaciones, junto a los saqueos y vandalismo, corresponden a una orden "para romper el orden democrático" e incluso aseguró que los responsables detrás de tales actos "son invididuos pagados".
Asimismo, responsabilizó al ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, de estar detrás de este "intento de golpe de Estado" aprovechándose de las movilizaciones de los sectores indígenas.