AFP

Bajo el ruido de palas y maquinaria, un batallón de bomberos, soldados y policías de Guatemala buscaban este viernes a unas 600 personas desaparecidas en un deslave que dejó hasta el momento nueve muertos en un poblado al este de la capital.

"Oficialmente podemos confirmar nueve personas fallecidas", anunció en conferencia de prensa Alejandro Maldonado, titular de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), encargada de la protección civil, sobre el alud que ocurrió la noche del jueves en el municipio de Santa Catarina Pinula, 15 km al este de Ciudad de Guatemala.

Según el funcionario, hijo del presidente Alejandro Maldonado, la cantidad de víctimas podría aumentar en las próximas horas, mientras que la cifra de 600 personas de desaparecidos es un estimación debido a que 125 viviendas fueron afectadas en la aldea El Cambray II.

En medio del panorama desolador y el luto, Josué Coloma, un mecánico de 40 años, observaba el trabajo de los socorristas que buscaban a sus dos sobrinos, de 11 y 14 años, desaparecidos en el alud. 

"En el punto donde estoy parado tendrían que estar mis sobrinos. Confío en Dios en que estén bien", declaró Coloma a la AFP. En el sitio, precisó, fueron rescatados otros dos familiares que se encontraban con los menores al momento del deslave, mientras que los padres sobrevivieron debido a que regresaban de un servicio religioso. 

El deslave sorprendió a los vecinos en la oscuridad de la noche en una zona que ya había sido declarada de alto riesgo por estar asentada a un costado de una alta ladera y cercana a un río.

Avisos de una tragedia

"Somos un país hermoso, pero desafortunadamente somos muy vulnerables a este tipo de catástrofes", detalló por su lado el presidente Maldonado, al anunciar que la comunidad internacional ya ofreció apoyo para atender a las personas afectadas que hasta el momento no han sido contabilizadas.

De acuerdo con datos de la Conred, tras el alud se ha rescatado con vida a 34 personas y 43 fueron trasladadas a un albergue.

"Es muy difícil la tarea de rescate debido a lo accidentado del terreno, prácticamente es como si fuera una montaña", señaló a la AFP Cecilio Chacaj, socorrista de los Bomberos Municipales Departamentales, momentos antes de rescatar a un hombre con vida entre los escombros.

De acuerdo con autoridades de la Conred, a cargo de la protección civil, en varias ocasiones se recomendó trasladar a las familias a otro sector por el riesgo de derrumbes.

Uno de los últimos informes, emitido por la entidad en noviembre pasado, precisó que "de manera inmediata" se debían aplicar medidas para prevenir algún desastre.

"De manera general, puede considerarse como soluciones posibles la reubicación de la comunidad afectada, parcial o totalmente (...), en sitios que sí reúnan condiciones aptas para vivienda", destacó el informe al que tuvo acceso la AFP.

Entre las víctimas del deslave el Comité Olímpico de Guatemala confirmó la muerte del atleta Qainy Bonilla, de 18 años, exseleccionado juvenil de squash.

Además, varios familiares reportaron estar recibiendo mensajes de texto de personas que se encuentran atrapadas.

Muestras de solidaridad

Tras la tragedia en Santa Catarina Pinula, medios de comunicación locales y grupos por medio de redes sociales comenzaron a recolectar agua, alimentos y frazadas para los afectados.

Por su lado, la embajada de Estados Unidos en Guatemala emitió un comunicado para expresar "sus más profundas condolencias" a las familias de las víctimas del alud.

De su lado, diplomáticos de Cuba pusieron a disposición de las autoridades guatemaltecas medio millar de miembros de la misión médica desplegada en el país.

La temporada de lluvias que comenzó en mayo y se prolonga hasta noviembre, había dejado ocho personas fallecidas hasta antes de este alud, según datos oficiales.

En 2014 la temporada lluviosa causó 29 muertos, dos desaparecidos, 25 heridos, 655.201 afectados y 9.061 viviendas con daños, según las autoridades de protección civil.

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