AFP
Un hombre mató este domingo a dos mujeres con un cuchillo en la principal estación de trenes de Marsella, en el sur de Francia, antes de ser abatido por militares que patrullaban en la zona.
"Dos víctimas han fallecido por arma blanca", declaró a la AFP el jefe de Policía de esa ciudad, Olivier de Mazières.
El ataque tuvo lugar hacia las 13H45 (11H45 GMT). El agresor, "que habría gritado Allahu Akbar", apuñaló a una de sus víctimas y degolló a la otra, según una fuente próxima a los investigadores.
Tras el ataque, la sección antiterrorista de la fiscalía de París anunció la apertura de una investigación por "asesinatos vinculados a una organización terrorista", e "intento de asesinato de un responsable público".
El agresor fue abatido por militares de la operación antiterrorista Centinela, precisó por su parte el fiscal de la República, Xavier Tarabeux.
Sobre las 15H00 locales, los alrededores de la céntrica estación Saint Charles permanecían acordonados por la policía, comprobó un periodista de la AFP. Agentes y militares patrullaban con armas pesadas por las monumentales escaleras del edificio.
El ministro del Interior francés, Gérard Collomb, anunció en Twitter su intención de viajar "inmediatamente" a Marsella "tras el ataque perpetrado cerca de la estación Saint Charles".
Salir corriendo
En el interior de la estación, Jeanne, de 33 años, cuenta a la AFP que "tuvo miedo" y "salió corriendo" tras el ataque, al que no asistió directamente.
"Gente que no vestía ropa militar, tal vez policías de paisano, nos gritaban que nos fuéramos. Pero muchas personas no se movían", explica.
Francia sigue en alerta por terrorismo desde el atentado de enero de 2015 contra el semanario satírico Charlie Hebdo, en el que murieron 12 personas.
El gobierno lanzó a continuación la Operación Centinela, desplegando cerca de 7.000 agentes en todo el país para vigilar zonas de alto riesgo, como las estaciones, los lugares turísticos y los edificios religiosos.
Este nuevo ataque ocurrió dos días antes de que la Asamblea Nacional vote un controvertido proyecto de ley antiterrorista, que busca introducir en el derecho común algunas medidas del estado de emergencia instaurado por el exgobierno socialista tras los atentados que dejaron 130 muertos, el 13 de noviembre de 2015 en París.
El lunes comenzará el juicio por complicidad del hermano de Mohamed Merah, que mató en 2012 a siete personas, incluidos tres niños de una escuela judía en Toulouse, antes de ser abatido por la policía.
Aquel atentado, el primero yihadista desde los del Grupo Islámico Armado argelino en 1995, volvió a despertar el fantasma del terrorismo en Francia, tras años de relativa calma, revelando los fallos de los servicios de inteligencia y llevando a los poderes públicos a adaptar su arsenal represivo.
Desde el ataque contra Charlie Hebdo en 2015, 239 personas murieron en atentados en Francia.
Además, algunos actos contra policías o soldados con cuchillos, armas de fuego o vehículos fueron llevados a cabo por gente con graves problemas psicológicos.