"Sé que aquí no me juzgarán. Solo hay que ser natural". Sira Rehn, de 24 años y con discapacidad intelectual, siempre sintió cierta exclusión en las aplicaciones de citas, que cuentan con 380 millones de usuarios en el mundo. "DigiVi" cambió su vida diaria.
Esta interfaz para encontrar al alma gemela, lanzada en noviembre en Suecia, está destinada exclusivamente a personas con autismo o con discapacidad intelectual leve, es decir, con un coeficiente intelectual de entre 50 y 69.
La plataforma se caracteriza por contar con un funcionamiento simplificado y un procedimiento de inscripción que garantiza la "seguridad" de estos usuarios, a menudo víctimas de abuso en las redes.
En un café de Uppsala, al norte de Estocolmo, Sira sorbe una limonada y teclea con energía en su teléfono móvil.
Esta persona se define como no binaria, es decir ni de género femenino ni masculino, y utiliza el pronombre neutro "hen" en sueco ("elle" en español).
Excluidos de la esfera digital
"¡Acabo de empezar a escribirme con una chica!", dice Sira con entusiasmo a la AFP. "Compartimos los mismos intereses, parece simpática, estoy impaciente por saber qué pasará... ¡sueño con encontrar el amor!"
En su perfil de usuario, Sira publicó retratos y una lista de sus intereses: cantar, los perros, ver películas.
"En otras plataformas, ocultaba mi discapacidad, cuando es una gran parte de quién soy. La gente no quería hablarme cuando lo descubría", recuerda.
"DigiVi", contracción de las palabras "Digital" y "Vi", es decir "nosotros" en lengua escandinava, se desarrolló por una organización que acompaña a las personas con discapacidades mentales o cognitivas.
Las funcionalidades de la plataforma se reducen a los estrictamente necesario: un perfil de usuario, un espacio de discusión y un botón para obtener ayuda.
"Muchas personas con discapacidad quedan excluidas del mundo digital porque suele ser muy complicado", explica Magnus Linden, uno de los fundadores de la aplicación.
"Los que necesitan apoyo en vida diaria también lo necesitan en sus relaciones personales. Para inscribirse en 'DigiVi', hay que conocer en persona a un acompañante que verifica tu identidad y que te ayuda a crear tu cuenta", explica.
Estos agentes están presentes en una veintena de ciudades suecas y asocian cada cuenta a lo que equivale al número de seguridad social del usuario. Un procedimiento que ayuda a evitar los abusos.
Fotos de desnudos prohibidas, prohibidas en DigiVi
"Da seguridad que no la pueda descargar cualquiera", asegura Therese Wappsell, usuaria con discapacidad intelectual leve y que participó en la creación de esta plataforma.
Wappsell explica que forma parte de una "categoría especialmente expuesta a la violencia" en las aplicaciones.
"Esto puede ir desde recibir imágenes sexuales no solicitadas hasta sentirse forzado a enviar algún tipo de contenido", señala Aline Groh, cofundadora de la aplicación, que igualmente subraya el riesgo de conocer a una persona que no es quién pretendía ser en internet.
"Hay personas que justamente buscan a quienes tienen dificultades para defenderse, que les resulta difícil pedir ayuda. Con 'DigiVi', podemos ver directamente quién supone un problema y actuar", puntualiza.
Los moderadores de la aplicación, donde la publicación de fotos de desnudos está prohibida, se comprometen a excluir definitivamente a los usuarios que se comportan de manera inapropiada, e incluso avisar a la policía si fuese necesario.
La cuestión de la vida afectiva de las personas con discapacidad intelectual o cognitiva, a menudo relegada a la sombra, ha sido narrada en la ficción en los últimos años por series como "El amor en el espectro autista" o "Amar con cada cromosoma".
"Es importante que la gente vea que nosotros también podemos encontrar el amor", afirma Sira a propósito de esta serie. "No es la discapacidad lo que cuenta. Lo que importa son los sentimientos que tenemos dentro de nosotros".
"DigiVi" cuenta por ahora con 180 usuarios regulares. "Aún es muy reciente, pero se está extendiendo por todo el país", asegura Aline Groh.
"Sabemos que hay personas que han empezado a tejer relaciones [...] Un 1% de la población tiene discapacidad intelectual y cerca del 5%, autismo. Esto da una idea de todas las personas que podrían beneficiarse" de la plataforma, concluye.