Durante la mañana de este miércoles, la Policía de la Ciudad (Buenos Aires) llevó a cabo un operativo en Villa Dominico, donde arrestó a tres personas de nacionalidad chilena que están vinculadas al ataque contra la sede del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), ubicado cerca del Congreso Nacional de Argentina.

Según fuentes policiales consultadas por Infobae, el incidente ocurrió en la madrugada del sábado y quedó registrado en las cámaras de seguridad del lugar. A través de las imágenes, las autoridades policiales lograron identificar el Peugeot 206 en el que huyeron los sujetos luego del acto vandálico. Gracias a esto pudieron dar con la ubicación de la propiedad donde se encontraban los chilenos.  

El allanamiento permitió la detención de tres sujetos chilenos, de 53, 24 y 22 años, quienes fueron arrestados por agentes de la División Investigaciones Comunales 1 Sur bajo orden del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 9. Uno de los chilenos capturados, contaba con una orden de captura previa, e intentó escapar al notar la presencia de la policía, sin embargo, fue detenido en el patio trasero de la vivienda, según detallaron las fuentes.

Los hechos habrían ocurrido cerca de las 1:30 de la madrugada de este sábado, cuando cinco personas ingresaron al edificio de la UCR, a pocos metros del Congreso Nacional. Los sujetos causaron destrozos en el mobiliario, dañaron computadoras y documentos, pero no se llevaron ningún objeto de valor.

Las cámaras captaron cómo uno de los atacantes vigilaba mientras el resto del grupo dañaba la sede, incluida la oficina del presidente del partido, Martín Lousteau. 

A raíz de esto, el partido presentó una denuncia judicial, exigiendo una investigación rápida para identificar y juzgar a los responsables.

“La UCR repudia este ataque inédito a su principal sede partidaria y exige un rápido esclarecimiento de los hechos y la identificación de los responsables, por tal motivo ya realizó la denuncia judicial”. 

Las especulaciones sobre los motivos del ataque

La velocidad del ataque y la ausencia de robo han despertado especulaciones sobre las posibles motivaciones detrás del acto, sugiriendo que el objetivo podría haber ido más allá del simple vandalismo.

Las imágenes de las cámaras de seguridad,, muestran movimientos sospechosos alrededor del edificio antes de la llegada de la policía. En ellas se observa a dos individuos afuera del edificio, uno de los cuales parece estar en comunicación telefónica, coordinándose con alguien en el interior. Estos detalles, que fueron agregados recientemente a la investigación, sugieren un alto grado de organización en el ataque.

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