Esta semana una noticia generó atención en la comunidad montañista del mundo: Un grupo de grabación habría encontrado en el monte Everest posibles restos humanos del alpinista Andrew Irvine, también conocido como 'Sandy'.
La particularidad del caso es que Irvine, de nacionalidad británica, desapareció en una expedición a la cima del montaña más alta del mundo en 1924, hace exactos 100 años.
Fue un equipo del National Geographic el que hizo hallazgo. En específico, se trata de un pie izquierdo dentro de un calcetín y una bota. El calcetín, además, tiene bordadas las palabras "A.C. Irvine".
"Literalmente, todos corríamos en círculos soltando tacos", dijo el director Jimmy Chin, parte del equipo de National Geographic sobre el momento del hallazgo.
"Cuando alguien desaparece y no hay evidencia de lo que le sucedió, puede ser realmente difícil para las familias. Y el simple hecho de tener información definitiva de dónde podría haber terminado Sandy es ciertamente útil, y también una gran pista para la comunidad de escaladores sobre lo que sucedió", agregó.
La noticia además fue compartida por Julie Summers, la sobrina nieta de Andrew Irvine y quien hoy tiene 64 años. También, confirmó que la familia está dispuesta a realizarse pruebas de ADN para comprobar que los restos son de 'Sandy': "Lo considero como algo cercano al cierre", aseguró la mujer.
Posibles hallazgo de Andrew Irvine: El misterio que podría resolver
Lo cierto es que la desaparición del británico hace diez décadas dejó varias dudas en el aire que, tal vez, podrían ser resueltas con este hallazgo.
Tras su desaparición en 1924 junto a su compañero George Leigh Mallor (cuyos restos fueron encontrados en 1999), quedó la duda si la dupla había logrado llegar a la cima de Everest antes de su extravío.
¿Por qué para la comunidad del montañismo es importante esto? Debido a que en caso de haberlo logrado, serían oficialmente los primeros en hacerlo. Oficialmente, Tenzing Norgay y Edmund Hillary son los primeros en llegar a la cima de la montaña más alta del mundo al hacerlo en 1953, 29 años después de aquella expedición sin retorno.
Las sospechas de que Irvine y Mallory podrían haber logrado este hito surgieron ya que fueron vistos por última vez el 8 de junio de 1924 a solo 244 metros de la cumbre.
La única forma de saber fehaciente, según expertos, si los británicos hicieron cumbre es encontrar alguna de las dos cámaras Kodak que llevaban consigo. De momento, cien años después, aún ninguna ha sido hallada.