El profesor de ciencias Robert Crosland, de la Preston Junior High School de Idaho, Estados Unidos, fue declarado inocente de crueldad animal.
El maestro era acusado por dar de comer un cachorro enfermo a una tortuga. Lo dejó caer en una piscina, donde fue atacado por el reptil y, finalmente, devorado; todo frente a sus estudiantes, lo que desencadenó en acusaciones de crueldad animal.
De acuerdo a lo señalado por algunos padres, el cachorro poseía deformidades que le impedirían una vida larga. Moriría de todos modos, según ellos.
Sin embargo, se inició una investigación, donde a Crosland se le acusaron delitos menores de crueldad animal. En medio de este proceso, el maestro aseguró que estaba "sacando al cachorro de su miseria".
"Honestamente, pensé que estaba haciendo lo correcto", añadió Crosland.
Por su parte, estas acciones por parte del docente causaron conmoción entre los activistas por los derechos de los animales. Jill Parrish, una activista, aseguró que los actos de Crosland eran "asquerosos y enfermos".
"Permitir que los niños vean a un cachorro inocente gritar porque está alimentando a otro animal es violencia, no está bien", señaló. Tras el paso de los meses, la investigación recogió acusaciones de que Crosland, inicialmente, trató de darle el cachorro a una serpiente que, al final, no lo atacó.
Junto con eso, desde el recinto educacional aseguraron que los hechos ocurrieron fuera de un programa dirigido académicamente, según consignó Mirror.
Sin embargo, y tras el juicio, el tribunal llegó a la conculsión de que "no creemos que se haya cometido delito" y, por lo mismo, lo declararon inocente de los cargos que se le imputaban.