La vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, acusada de corrupción y contra quien la fiscalía pidió 12 años de prisión, contraatacó este martes (23.08.2022) con un feroz discurso de defensa en el que denunció lo que considera una persecución judicial para proscribirla de la política.
"Nada, absolutamente nada de lo que dijeron (los fiscales) fue probado. Cuando dije que tenían la sentencia escrita, me quedé corta", dijo Fernández en un descargo de más de dos horas transmitido por redes sociales desde su despacho de la presidencia del Senado.
Acusada junto a otras doce personas por los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta agravadas, la Fiscalía solicitó también el lunes, en su última audiencia de alegatos, la inhabilitación política perpetua de la vicepresidenta.
Mientras transcurría su discurso y en un ambiente de fuerte polarización, cientos de seguidores de su corriente del peronismo de izquierda se manifestaron para apoyarla a las puertas de su casa en Buenos Aires, donde se encuentran en vigilia desde el lunes por la noche, y luego frente al Congreso.
Ampliación de su declaración indagatoria
"Esto no es un juicio contra mí, es un juicio al peronismo, a los gobiernos nacionales y populares", sostuvo la abogada de 69 años que fue presidenta de Argentina entre 2007 y 2015.
Cristina Fernández, que goza de fueros parlamentarios, había solicitado para este martes una ampliación de su declaración indagatoria, pero el tribunal desestimó el pedido al considerar que esa etapa ya había cerrado y que ella podrá exponer sus puntos en los alegatos de la defensa, a partir del 5 de septiembre.
"Son 12 años (de pedido de cárcel), los 12 años del mejor gobierno que tuvo Argentina en las últimas décadas, por eso piden 12 años. Por eso me van a estigmatizar y condenar. Si naciera 20 veces, 20 veces haría lo mismo", exclamó la vicepresidenta.
"Quieren tomarse revancha, esto disciplina a la clase política para que nadie se atreva a hacer dos veces lo mismo", afirmó.
La declaración de Fernández fue criticada por varios dirigentes de la oposición de centro-derecha, entre ellos Patricia Bullrich, presidenta del Pro, el partido del exmandatario (2015-19).
mg (afp, efe)