La máxima instancia judicial de Naciones Unidas instó este viernes a Israel a hacer todo lo posible para impedir cualquier eventual acto de "genocidio" en la Franja de Gaza, donde libra desde octubre una guerra contra el movimiento palestino Hamás.

Israel debe hacer cuanto pueda para "impedir la comisión de todos los actos dentro del ámbito de aplicación" de la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio, declaró en un esperado dictamen la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya.

Sudáfrica presentó en diciembre un recurso de emergencia ante la CIJ, argumentando que Israel violó la Convención para la Prevención de Genocidios, firmada en 1948, después del Holocausto. Durante las audiencias, Adila Hassim, una de las abogadas de Sudáfrica, declaró que "los genocidios nunca se declaran con antelación, pero este tribunal cuenta con las últimas 13 semanas de pruebas" que justifican "una acusación verosímil de actos genocidas".

Hamás celebra el llamado de la CIJ

El movimiento islamista palestino Hamás afirmó que el "importante" dictamen de la máxima instancia judicial de Naciones Unidas, "contribuye a aislar a Israel".

"La decisión de la Corte (Internacional) de Justicia es un avance importante que contribuye a aislar a Israel y a exponer sus crímenes en Gaza", declaró Hamás en un comunicado.

La CIJ, que trata diferendos entre países, emite sentencias vinculantes e inapelables, pero carece de medios para garantizar su aplicación, como cuando ordenó en vano a Rusia detener sus operaciones en Ucrania.

Chile también pidió investigar crímenes de guerra

En América Latina, una lista de países gobernados por la izquierda, como Brasil, Colombia, Bolivia y Venezuela, apoyaron la iniciativa de Sudáfrica ante la CIJ contra Israel.

Por su parte, México y Chile recurrieron a la Corte Penal Internacional (CPI) para que se investiguen probables crímenes de guerra en el marco del conflicto, tanto los "cometidos por israelíes o por palestinos", en palabras del canciller chileno, Alberto van Klaveren.

El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el líder latinoamericano más activo a la hora de pedir un alto el fuego, acusó a Israel de "actos de terrorismo" y su gobierno decidió apoyar a Sudáfrica "a la luz de las flagrantes violaciones al derecho internacional humanitario".

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