Francia enviará el miércoles un primer vuelo para repatriar el jueves a sus primeros ciudadanos de Wuhan. Unos 500 están inscritos en la lista consular local, pero puede haber 1.000 ya que Wuhan acoge a muchos estudiantes franceses, además de las fábricas de Renault y PSA.

Las personas evacuadas se someterán a un período de cuarentena. Otros países como Alemania y Tailandia están considerando evacuar a sus ciudadanos.

"Tenemos todos los medios, la confianza y los recursos para ganar rápidamente la batalla contra la epidemia", afirmó el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, según el comunicado oficial.

Primeros contagios fuera de China 

El número de víctimas aumentó a 106 muertos y el de casos confirmados supera los 4.500 en China, según un balance oficial del martes. Pekín informó el lunes de su primera muerte, un hombre de 50 años que había regresado de Wuhan. 

Hay otros cincuenta pacientes en el resto del mundo, y una docena de países se ha visto afectada por el virus, en Asia, Australia, Europa y América del Norte.

Alemania, el segundo país afectado en Europa después de Francia, reportó el lunes un primer caso de un ciudano que había viajado a Wuhan y este martes el primer contagio entre humanos  en Europa, de un honmbre que tuvo contacto con una colega china que estaba de visita.

Japón también anunció el martes que un caso de coronavirus en su territorio en un hombre de 60 años que no viajó a China, pero sí transportó en enero en un autobús a turistas de Wuhan.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera la amenaza "alta" sin activar una alerta de salud internacional, afirmó el lunes que aún desconoce si hay contagio antes de presentar los síntomas de la enfermedad. 

La OMS aún no se pronuncia tras los contagios fuera de China, registrados en Japón y Alemania. 

La amenaza de propagación es considerable. El alcalde de Wuhan reconoce que 5 millones de personas salieron de la esta ciudad de 11 millones de habitantes antes del Año Nuevo chino, celebrado el 25 de enero.

Batería de medidas

La propagación del virus aumenta la ansiedad y la batería de medidas de contención. Muchos países reforzaron la precaución en sus fronteras. Mongolia cerró la carretera con China.

Malasia prohibió la estancia a las personas originarias de Hubei. Varios países desaconsejan viajar a esta provincia pero Alemania lo extendió a toda China. Estados Unidos hizo lo propio.

Las autoridades chinas prolongaron tres días, hasta el 2 de febrero, las vacaciones de Año Nuevo (siete días festivos), para retrasar los retornos masivos a las ciudades de cientos de millones de trabajadores migrantes y reducir el riesgo de propagación de la epidemia. 

Además el comienzo del semestre estudiantil de primavera se aplazó sin plazo definido, informó el martes el ministerio de Educación.

China recomendó este martes a sus ciudadanos posponer sus planes de viajes al extranjero "no necesarios". Hong Kong anunció que cerrará lugares públicos como estadios, museos y piscinas.

Wuhan parece una ciudad muerta. La mayoría de las tiendas están cerradas y se prohibió la circulación de vehículos no esenciales, constató un equipo de la AFP. 

En los hospitales, la situación sigue siendo caótica. La construcción de dos hospitales adicionales con capacidad para más de 1.000 camas cada uno terminará la próxima semana. 

"La capacidad de propagar el virus ha aumentado", según altos cargos de salud chinos, pero "no es tan potente como el SRAS", un coronavirus que causó cientos de muertos a principios de la década de 2000. 

La crisis aumentó los temores de un mayor debilitamiento de la economía china, incluso de la mundial.

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