AFP

Comercio, terrorismo, seguridad y clima protagonizan la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se abre este miércoles en Manila, y que sus miembros latinoamericanos aprovechan para aumentar su presencia económica en la región.

Más de 20.000 policías fueron desplegados en la capital filipina y numerosas avenidas cortadas al tráfico con motivo de la reunión de dos días del foro, integrado por 21 economías de la cuenca del Pacífico que responden por el 57% del PIB mundial y casi la mitad del comercio planetario.

La cita se presenta en buena parte como un pulso entre China y Estados Unidos, volcado en su nueva estrategia de orientar al Pacífico su diplomacia, su economía y sus medios militares.

En la cumbre, ambas potencias apoyan sus respectivos proyectos comerciales para la región.

En una reunión al margen de la cumbre, Estados Unidos defenderá el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), el tratado de libre comercio más ambicioso hasta la fecha, firmado por 12 miembros de la APEC y del cual China quedó excluida.

Pekín por su lado hizo una firme defensa de su proyecto, el Área de Libre Comercio para Asia-Pacífico (FTAAP), en fase de estudio hasta el año próximo y abierto a todos los miembros de la APEC.

"Tenemos que acelerar la realización del FTAAP y llevar adelante la integración regional y hacer que los TLC sean inclusivos", dijo el presidente Xi Jingping ante un nutrido parterre de empresarios en un hotel de Manila.

La economía china, la segunda del mundo, está creciendo a su menor ritmo en 25 años, por debajo del 7%, lo que ha impactado fuertemente en los países productores de materias primas, que acusan así una menor demanda. 

Xi reconoció "el complicado entorno interno y externo" que vive China, pero aseguró que su país está "trabajando vigorosamente para superar las dificultades" y se esforzará en "construir un nuevo sistema de economía abierta".

Ante las dificultades de una China instalada en una ralentización duradera, los miembros latinoamericanos del foro (México, Perú y Chile) tratan de ampliar sus posibilidades comerciales en la región más dinámica del mundo.

En ese sentido, Chile firmó el lunes con Filipinas un acuerdo para negociar el año que viene un TLC, y México cerró tres acuerdos bilaterales con Manila el martes, uno de ellos de promoción turística y otro para evitar la doble tributación y así facilitar las inversiones.

Perú organizará la cumbre del año próximo en Lima, y aprovechará uno de los principales temas definidos, la seguridad alimentaria, para promover una mejor exportación de sus productos agrícolas, como quinoa o uva.

 Todos con París 

Otro tema importante es la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico, acusado de los atentados del viernes en París.

En el borrador de declaración de la cumbre, que se publicará el jueves y al que la AFP tuvo acceso, se condena los atentados de París como "una atrocidad que requiere la voz unida de la comunidad internacional".

"La propagación del terrorismo es un desafío global, y ese desafío requiere una acción concertada", dijo ante los empresarios reunidos en Manila el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev.

Tensión entre China y sus vecinos 

En las horas previas a la cumbre, la rivalidad entre Washington y Pekín se ha focalizado en las tensiones en el mar de China Meridional.

Pekín mantiene un tenso diferendo con varios de sus vecinos (Vietnam, Filipinas, Malasia, Brunei y Taiwán) sobre el mar de China Meridional, sobre cuya totalidad dice tener derechos soberanos.

Los vecinos de China cuentan en su disputa con el apoyo de Estados Unidos, que el martes anunció una ayuda militar de más de 250 millones de dólares a Filipinas, Vietnam, Indonesia y Malasia, para que mejoren la seguridad en esta importante vía comercial rica en petróleo y gas.

Obama volvió a la carga este miercoles, y pidió a China "pasos firmes para rebajar la tensión" en la zona, donde Pekín construyó islas artificiales para apoyar su demanda.

La cumbre tendrá lugar por otro lado a pocos días de que se inicie, el 30 de noviembre, la conferencia del clima de París, en la que se espera un acuerdo global contra el calentamiento.

Obama dijo tener "optimismo" en cuanto al éxito de la cita, y pidió a los empresarios que lo escuchaban "acabar con la mentalidad de que cuando se hace algo a propósito del cambio climático, se ralentiza el crecimiento" económico.

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