La situación se descontroló. A esa conclusión llegaron los asistentes a la rueda de prensa ofrecida por la alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, y el presidente de la policía de la ciudad, Wolfgang Albers. El pasado día 31 de diciembre, aproximadamente a las 21 horas locales, un grupo de entre 400 y 500 personas comenzó a consumir alcohol en las escaleras adyacentes a la Catedral de Colonia, justo enfrente de la plaza que separa el edificio de la estación central de ferrocarril.

Con el paso de las horas, las fuerzas de seguridad observaron el cambio de comportamiento de los congregados. Los síntomas de embriaguez y el aumento de la violencia mostrado por algunos de sus integrantes obligaron a la policía a desalojar la plaza hasta las 00:45 horas, explicó el jefe de la policía local. Tras la forzada y difícil dispersión del grupo llevada a cabo por las fuerzas de seguridad, sus integrantes se alejaron de la plaza en pequeños grupos.

A partir de la una de la mañana, la policía de Colonia empezó a tener conocimiento de lo que en realidad estaba ocurriendo en las cercanías de la estación de tren. Varias decenas de mujeres pusieron denuncias por robos y agresiones sexuales, llevadas cabo, en su mayoría, por “jóvenes de entre 18 y 35 años de rasgos árabes y norafricanos”, explicó Albers, quien calificó los delitos de “insoportables”. La alcaldesa de la ciudad, Henriette Reker, aseguró que lo ocurrido “es algo absolutamente intolerable y será perseguido con todo el rigor”.

Horas antes, el ministro de Justicia, Heiko Maas, pidió no “instrumentalizar” lo ocurrido relacionándolo con la llegada masiva de refugiados procedentes, sobre todo, de Siria y Afganistán. “No voy a especular con la procedencia de los agresores. No sabemos si son refugiados o no”, dijo en la comparecencia de prensa Wolfgang Albers.

Tomarán medidas

Ante las preguntas de los periodistas acerca de qué tipo de medidas tomará la ciudad para evitar este tipo de agresiones en próximos eventos, la alcaldesa Reker aseguró que lo principal es que “las mujeres y las jóvenes deben poder festejar en Colonia sin sentirse inseguras”. Para ello, Henriette Reker anunció que “hemos desarrollado una serie de medidas para que algo así no vuelva a suceder nunca en la ciudad y no se repita en las fiestas de Carnaval”, el evento del año en la cuarta ciudad más poblada de Alemania.

De cara a futuros grandes eventos, la policía elevará “notablemente su presencia” y contará tanto con agentes uniformados como con fuerzas civiles e instalaciones móviles de videovigilancia”, detalló el jefe de policía de Colonia, Wolfgang Albers.

 “De momento se han presentado 90 denuncias, pero esto no significa que no vaya a haber más. Parto de la base que habrá más”, dijo Albers, a la vez que solicitó a todas las mujeres víctimas que acudan a la policía, al igual que todos aquellos que vieran algo o que puedan ofrecer material registrado con sus celulares.

A pesar de que es probable que hubiera cientos de personas implicadas en las agresiones, la policía señaló que no se trata de mil atacantes, como se dijo en los últimos días, sino de una aglomeración de personas que se valió de ello para cometer actos delictivos, entre los que se encuentra, al menos, una violación.

 “Actualmente no tenemos conocimiento alguno sobre asaltantes concretos”, reconoció el jefe de policía. “Lo que sabemos es que son hombres con edades comprendidas entre los 18 y 35 años, que proceden de países árabes o del Norte de África”, afirmó en base a sus datos y las declaraciones de las víctimas.

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