China comunista comenzó este martes unas colosales celebraciones por su 70º aniversario, mientras en Hong Kong los manifestantes prodemocracia prometieron robarse el protagonismo de la jornada de conmemoraciones.

"Nada puede hacer que los pilares de nuestra gran nación se tambaleen. Nada puede impedir que la nación y el pueblo chinos avancen", dijo el presidente chino, Xi Jinping, desde la puerta de Tiananmen, en Pekín, el lugar en el que Mao Zedong proclamó la fundación de la República Popular el 1 de octubre de 1949.

A continuación, Xi, el mandatario con más poder en China desde Mao, comenzó a pasar revista a las tropas a bordo de un vehículo descapotable.

El evento, bajo fuertes medidas de seguridad, comenzó con el disparo simbólico de 70 cañonazos y el izado de la bandera nacional.

Según un analista basado en París, en el desfile podrán verse por primera vez armas nuevas, como un dron hipersónico y un misil balístico intercontinental capaz de cubrir Estados Unidos.

Pero frente a las conmemoraciones, hay toda una serie de retos que ponen a prueba la capacidad de Xi para mantener la estabilidad económica y política, tanto dentro como fuera del país.

"El partido espera que este acontecimiento refuerce su legitimidad y recabe apoyos, en un momento de desafíos internos y externos", dijo a la AFP Adam Ni, investigador para China de la universidad Macquarie de Sídney.

Las negociaciones  sobre la guerra comercial con Estados Unidos se eternizan y la peste porcina causó estragos en el suministro de carne de cerdo, cuyos precios se dispararon.

Pero el mayor quebradero de cabeza es Hong Kong, donde los manifestantes prodemocracia empezaron a salir temprano a las calles, en un intento de quitarle el protagonismo a Pekín, con una serie de concentraciones contra lo que consideran una merma de sus libertades especiales.

La policía de Hong Kong dijo que prevé que se produzcan actos de violencia por toda la ciudad y advirtió que puede resultar "muy, muy peligroso".

Por todo el territorio se desplegaron agentes, mientras pequeños grupos de manifestantes marcharon por las calles. Entre tanto, los responsables locales siguieron una ceremonia de izado de banderas celebrada junto al puerto desde el interior de un centro de convenciones.

La ciudad semiautónoma está sumida desde hace meses en su peor crisis política desde la retrocesión de la excolonia británica a China, en 1997, que ha dejado escenas de cruces de gases lacrimógenos y cócteles molotov entre policía y manifestantes radicales.

Xi prometió el lunes que su país "seguirá aplicando íntegra y fielmente el principio de 'un país, dos sistemas'", vigente hasta 2047 y en virtud del cual los hongkoneses gozan en teoría de ciertas libertades de las que no disfrutan los ciudadanos del resto de China

 "Proteger sus intereses" 

"Pekín quiere destacar su modernización militar, su unidad política y la determinación para proteger sus intereses", según el investigador Adam Ni.

El Partido Comunista desafió en varias ocasiones las probabilidades, logrando permanecer en el poder durante siete décadas.

Durante el liderazgo de Mao, decenas de millones de personas murieron durante el plan del Gran Paso Adelante, y el país quedó sumido en un violento caos durante los 10 años de Revolución Cultural.

Tras la muerte de Mao, en 1976, el partido lanzó una política de reformas y apertura bajo el liderazgo de Deng Xiaoping, que dio paso a décadas de veloz crecimiento y desarrollo.

Pero el partido mantuvo un control absoluto del poder y envió tropas para sofocar el mayor desafío a su mandato en 1989, cuando manifestantes prodemocracia ocuparon la plaza de Tiananmen.

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