El Ministerio de Salud informó que 99 yanomamis menores de 5 años murieron el año pasado en la mayor reserva indígena de Brasil por desnutrición, neumonía y malaria, entre otras causas.
El despacho, que divulgó las cifras el viernes, dijo que en una visita esta semana hallaron numerosos casos de menores con desnutrición grave, además de malaria, infecciones respiratorias y otras complicaciones de salud en una visita a la Tierra Indígena Yanomami en el norte del país.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva visita este sábado el estado amazónico de Roraima, culminando en la región su tercera semana de gobierno.
Entre los estados de Roraima y Amazonas se extiende la reserva de 96.000 km2, hogar de unos 30.400 indígenas.
"Es inhumano lo que vi aquí", dijo Lula durante su visita.
"Si el presidente que dejó la presidencia estos días, en vez de hacer tantos paseos en moto, tuviese vergüenza y hubiese venido aquí, quizás este pueblo no estaría abandonado como está", dijo el mandatario, en alusión al ultraderechista Jair Bolsonaro.
En un viraje respecto de su predecesor, que mantuvo una postura hostil a los pueblos originarios, Lula creó un ministerio para atender sus demandas.
Ante la crisis sanitaria en tierra yanomami, el gobierno declaró la emergencia de salud pública en ese territorio, según una publicación la noche del viernes en el Diario Oficial de la Unión.
Desnutrición, malaria, neumonía y diarrea fueron las principales causas de mortalidad infantil entre los yanomamis en 2022, según registros del ministerio de Salud.
Las muertes de niños por desnutrición en esta poblaciónpasaron de siete en 2018 a 30 en 2020, según una investigación del sitio de noticias g1 basada en un pedido de acceso a la información.
El gobierno de Bolsonaro (2019-2022) no ofreció balances anuales sobre la mortalidad infantil en los últimos años.
El expresidente defendió la explotación minera y agropecuaria de las tierras indígenas y ha cuestionado en diversas ocasiones la demarcación de la tierra yanomami, que, en plena selva amazónica, ha sido invadida durante décadas por mineros ilegales.
La violencia ha crecido en ese territorio, habitual escenario de enfrentamientos entre indígenas y mineros ilegales que mataron habitantes, abusaron sexualmente de mujeres y niñas y contaminaron los ríos con el mercurio que se usa para separar el oro de los sedimentos, de acuerdo con denuncias de asociaciones e indígenas.
El avance de la minería ilegal impulsa la proliferación de enfermedades, como la malaria, tuberculosis e incluso el covid-19, de acuerdo con especialistas.
En 2022, la malaria se expandió entre la población yanomami:se registraron 11.530 casos, y fueron especialmente afectados niños entre 5 y 11 años, según el ministerio de Salud.
Pero "este país cambió de gobierno, y va a actuar con rigor en el combate a la minería ilegal", dijo Lula este sábado.