AFP

Canadá se convirtió —desde este miércoles— en el segundo país del mundo que logra legalizar el uso de marihuana. Es decir, se podrá cultivar, poseer y consumir con fines recreativos

El uso terapéutico había sido autorizado desde 2001.

Ahora cada vivienda puede cultivar hasta cuatro plantas y una persona puede tener consigo hasta 30 gramos de marihuana legal. ​Los productos derivados como alimentos, cosméticos o cigarrillos electrónicos de marihuana no serán autorizados hasta 2019, a pesar de que los empresarios canadienses ya han comenzado a incursionar en estos nuevos mercados. 

En tanto, corresponde a las provincias organizar la venta en establecimientos públicos o privados autorizados. Por ejemplo, aunque la ley federal permite que cada hogar tenga hasta cuatro plantas, las provincias de Manitoba y Quebec han advertido que lo prohibirán, con lo que probablemente sea la Corte Suprema la que tenga la última palabra.

Como sucede con el alcohol y el tabaco, corresponde a las provincias decidir la edad de consumo de cannabis: la mayoría decidió que fuera de 19 años, mientras se optó por los 18 en Alberta y Quebec quiere elevarlo a 21 años.  

Este variado rompecabezas también afecta a las fuerzas del orden: la policía federal impondrá un período de abstinencia de 28 días a sus agentes antes de entrar en labores. Lo mismo ocurre con la policía de Toronto, la primera ciudad del país, mientras que Montreal, la segunda más grande, simplemente pide a sus empleados estar "sobrios" en el trabajo. 

Finalmente está la cuestión de los lugares abiertos para el consumo: algunos municipios como Montreal han decidido imponer las mismas reglas que para el tabaco, pero otros han decidido permitir solo fumar marihuana en casa.

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