Un exenfermero a quien "le gustaba poner a los pacientes en paro cardíaco porque disfrutaba de la sensación de poder resucitarlos" ha sido condenado por 85 cargos de asesinato en un tribunal en el noroeste Alemania.

El tribunal de Oldenburgo, en el noroeste de Alemania, declaró este jueves a Niels Högel, de 42 años, culpable de asesinar a esos pacientes mediante inyección en los hospitales donde trabajó entre 2000 y 2005.

La policía sospechó que podría haber asesinado hasta a 200 personas, pero varios casos no podrán ser esclarecidos ya que los cuerpos de las presuntas víctimas fueron incinerados.

Ese tribunal señaló la "seriedad particular de estos crímenes" y la condena tiene el fin de asegurar que Hoegel permanezca en prisión más allá del término estándar de 15 años, según informa la agencia dpa.

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