"Una Europa sin Reino Unido no habría sido suficientemente fuerte", afirmó en junio de 1975 el entonces canciller de Alemania occidental Helmut Schmidt cuando los británicos aprobaron en un referéndum su integración en el Mercado Común Europeo.
41 años más tarde, su vaticinio será puesto a prueba.
La decisión este jueves de los electores de Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE), pone a este mecanismo de integración regional en una situación inédita.
A problemas como la severa crisis migratoria, el débil crecimiento económico y el auge de movimientos nacionalistas de ultraderecha, la UE debe ahora sumar la salida de Reino Unido, el llamado Brexit, que la priva de uno de sus miembros de mayor peso.
¿Es este el comienzo del fin del proyecto de una Europa unida?
"El Brexit es un golpe muy fuerte a la idea de la integración europea, que se basa en que el proyecto se va ampliando sucesivamente a más países. El Brexit es lo contrario: es la primera vez que un país decide por voluntad propia marcharse", explicó a BBC Mundo Pol Morillas, investigador principal para Europa del Centro de Estudios Internacionales de Barcelona (Cidob).
Señala que, tras la confirmación de la salida de Reino Unido, existe la posibilidad real de que otros países donde el euroescepticismo está alto decidan seguir esa ruta.
No obstante, advierte, no será algo inmediato porque cada país tiene sus propias dinámicas.
"En Francia, por ejemplo, dependería de que Marine Le Pen gane las elecciones, algo que no es evidente en este momento. En Holanda, en cambio, donde es muy fácil convocar a referendos, sería más fácil emular el caso británico", afirmó.
Los efectos del Brexitse sentirán
Joaquín Roy, director del Centro de Estudios de la Unión Europea de la Universidad de Miami considera que el Brexit tendrá un impacto muy negativo sobre el proyecto europeo porque debilita los logros de la integración.
"La salida de un socio importante, aunque ha sido incómodo durante muchos años, tendrá unos efectos lamentables. No creo que el Brexit conduzca a la desintegración de la UE, pero sus efectos se van a notar", dijo Roy a BBC Mundo.
El experto señaló que indudablemente lo ocurrido en Reino Unido dará alas a movimientos nacionalistas en otros países europeos, pero destaca que no es la primera vez que la integración europea se enfrenta a situaciones difíciles.
Recordó que en la década de 1960, el veto del presidente francés, Charles De Gaulle, impidió el ingreso de Reino Unido en las Comunidades Europeas, por lo que la integración estuvo prácticamente congelada y, luego, pasaron casi 20 años sin completar el mercado común.
"La UE no ha tenido éxitos de la noche a la mañana. Poco a poco se ha ido aprendiendo de los errores", dijo.
La salida integra y desintegra a la vez
Charles Grant, director del Centro para la Reforma de Europa (CER), un instituto de análisis con sede en Londres, considera que el Brexit debilitará las fuerzas que desde dentro de la Unión Europea favorecen una mayor integración.
"El Brexit es un evento trascendental en la historia de Europa y de ahora en adelante la narrativa será una de desintegración y no de integración", escribió Grant en un análisis publicado en la web del CER.
"Eso no quiere decir que la UE se va a romper o, incluso, que otro país se vaya a ir, lo que es poco probable en el futuro próximo. Pero los políticos de centro que gobiernan en casi todos los países miembros estarán en adelante a la defensiva ante las fuerzas populistas que se oponen a ellos y a la UE", agregó.
Roy, por su parte, consideró que las fuerzas que tienden hacia la desintegración pueden verse debilitadas cuando los efectos negativos de la salida de la UE se hagan evidentes en Reino Unido.
"Algunos creen que al salirse van a conservar las mismas ventajas que tenían antes. Eso no es tan fácil. El mercado único europeo (que permite la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales dentro de la UE) es sólo para los miembros", dijo.
Un impulso para las reformas
Los expertos consideran que el Brexit servirá como un estímulo para impulsar cambios en el funcionamiento de la Unión Europea.
"Será necesario contrarrestar esto con una mejora de los mecanismos de funcionamiento de la UE, más participación democrática, una reforma profunda de la política de asilos, etc. Hará falta que todas las crisis que rodean al proyecto encuentren una salida rápida para evitar que el proyecto caiga totalmente en descrédito", dijo Morillas.
Grant cree que la UE intentará enfrentar estos retos de una forma más pragmática, a través de acuerdos intergubernamentales más que por medio del fortalecimiento de las instituciones comunitarias, para evitar una reacción negativa de los ciudadanos contra la UE.
"Esto va a provocar que los responsables de la UE adopten unos mecanismos de refuerzo de la integración con más tratados, abandonando la norma de la unanimidad", señaló Roy.
"Probablemente se irá a un sistema en el que los países de la zona euro serán socios privilegiados de un círculo especial, pero eso está por verse", agregó en referencia a la posibilidad de que se avance hacia una integración diferenciada, en la que no todos los países miembros participen de todos los acuerdos.
Lo único que parece claro, por lo pronto, es que el Brexit ha dejado a la Unión Europea navegando en aguas desconocidas.