El bombardeo de un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad afgana de Kunduz fue el resultado de "un error humano", concluyó una investigación del ejército de Estados Unidos.
La investigación afirma que la tripulación del avión AC-130 que destruyó las instalaciones médicas, confundió la clínica con un edificio gubernamental cercano que había sido tomada por el Talibán.
Al menos 30 civiles murieron en el ataque, que se produjo el pasado 30 de octubre.
Médicos Sin Fronteras dijo que el reporte demostraba una "negligencia grosera" por parte del ejército de EE.UU.
La organización también volvió a insistir en la necesidad de una investigación "independiente e imparcial sobre el ataque", al que considera "una violación de las leyes de la guerra".
Inicialmente las autoridades estadounidenses habían justificado el bombardeo del hospital afirmando que sus tropas habían sido atacadas desde las instalaciones médicas, lo que MSF siempre negó.
Los militares estadounidenses cambiaron varias veces su versión, pero eventualmente reconocieron que el ataque había sido un error y ordenaron una investigación.
Pudo haberse evitado
Este miércoles el comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, general John Campbell, dijo que la misma había concluido que el bombardeo del hospital había sido "el resultado directo de un error humano evitable, agravado por fallos en los equipos y procesos".
Según Campbell, la tripulación del AC-130 creyó estar bombardeando instalaciones del Directorio Nacional de Seguridad del gobierno afgano, que habían sido capturadas por el Talibán.
Se trató, según la corresponsal de la BBC en Washington, Barbara Plett Usher, de"una tormenta perfecta de errores, a todos los niveles de la operación".
Según Plett Usher, lo más impresionante de todo fue la admisión de que los militares estadounidenses no reconocieron estar bombardeando el edifico equivocado, a pesar de que las coordenadas enviadas a la base eran claramente las del hospital de MSF.
"El general Campbell dijo que ordenó cambios inmediatos para corregir los errores, pero la larga y detallada lista de errores obliga a preguntarse qué tan a menudo se han atacado blancos equivocados y si puede volver a pasar", explicó la corresponsal.
Plett Usher también hizo notar que el hecho de que los militares creyeran estar atacando un centro de comando del Talibán puede explicar la afirmación de MSF de que el objetivo del bombardeo era claramente matar y destruir.
"Pero, como cabía esperar, el reporte no aborda la acusación de crímenes de guerra hecha por MSF: un portavoz militar se rehusó a hablar sobre las leyes de la guerra, limitándose a decir que la operación había violado las normas de combate de EE.UU.", agregó.
25 minutos bajo fuego
Campbell dijo que el avión identificó el edificio a partir de la descripción visual que le proveyeron las autoridades afganas, pero no se refirió a unas coordenadas provistas por MSF que estaban incluidas en una lista de sitios que no debían ser atacados.
"Trágicamente, esta falla en la identificación se mantuvo a lo largo de la operación, pese a que había algunos indicadores contradictorios", apuntó el oficial.
"Este fue un error trágico. Las fuerzas de Estados Unidos nunca atacarían intencionalmente un hospital u otro tipo de instalaciones protegidas", agregó Campbell, quien admitió que los aviones dispararon 211 proyectiles contra el edificio de MSF durante 25 minutos.
"Al parecer 30 personas fueron muertas y centenares de miles no pueden acceder a la atención médica que les puede salvar la vida en Kunduz simplemente porque el hospital de MSF era el edificio más grande próximo a un campo abierta y coincidía de forma genérica con la descripción de un objetivo", dijo este miércoles el director general de MSF, Christopher Stokes.
Un informe de la organización humanitaria publicado hace algunas semanas señalaba que su personal contactó con las fuerzas de la coalición que lidera EE.UU. varias veces durante el ataque para avisar que estaban siendo bombardeados.
El general Campbell mencionó otros factores que contribuyeron al error, incluyendo:
• La "fatiga" de las tropas. • Fallas en los sistemas de comunicaciones electrónicas de los aviones. • La naturaleza de "los procesos de planificación y aprobación de las operaciones" en Kunduz. • La ausencia de un sistema único para contrastar los objetivos de los ataques con la lista de sitios que no deben ser atacados.
Las autoridades militares de EE.UU. aseguran que los efectivos que participaron en los ataques fueron suspendidos y están a la espera der ser sometidos a un proceso disciplinario.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, dijo este miércoles que lo ocurrido es una "dolorosa demostración del costo de la guerra".
"Ese tipo de errores pueden y deben ser evitados", señaló en una declaración.