El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, propuso este jueves extender por cinco años el tratado de reducción de armas nucleares "New START" con Rusia a pocos días de su expiración, pero prometió presionar a Moscú en varios asuntos políticos.

Apenas instalado, el gobierno de Biden quiere evitar una nueva carrera nuclear, pero dejó en claro que no busca una "restauración" de relaciones como las que de variadas formas intentaron todos los inquilinos de la Casa Blanca posteriores a la Guerra Fría.

El tratado, que limitó a 1.550 el número de ojivas nucleares de las dos potencias, expira el 5 de febrero y no había podido ser renovado luego de que las conversaciones se estancaran bajo el gobierno de Donald Trump.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ofreció a Trump extender por cinco años ese tratado firmado en 2010 por el entonces presidente Barack Obama.

"Estados Unidos pretende buscar una extensión por cinco años del New START, como el tratado permite", dijo a periodistas la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

"Esta extensión tiene incluso más sentido cuando la relación con Rusia es tan adversa como lo es en este momento", añadió.

En señal de que no se trata de un cheque en blanco, Psaki también dijo que la nueva jefa de inteligencia, Avril Haines, abrirá una investigación sobre el aparente envenenamiento del opositor al Kremlin Alexéi Navalni, sobre la supuesta injerencia rusa en elecciones y sobre si Moscú estuvo detrás del ciberataque masivo contra la empresa estadounidense SolarWinds.

Psaki dijo que Washington también investigaría el supuesto pago de recompensas de Rusia a extremistas afganos por matar soldados estadounidenses.

El enfoque de Biden es totalmente diferente al de Trump, quien proclamaba su afectuosidad con Putin aun cuando su gobierno rompió los restantes acuerdos sobre control de armamento con Rusia.

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos concluyeron que Rusia operó en favor de Trump en las elecciones de 2016, lo que incluyó la manipulación de las redes sociales.

Psaki dijo que la nueva investigación evaluaría si hubo alguna interferencia en las elecciones del año pasado.

Trump quiso extender tratado

"A medida que trabajamos con Rusia para avanzar los intereses de Estados Unidos, también trabajaremos para hacer a Rusia responsable por sus acciones temerarias y adversas", dijo Psaki.

Trump intentó infructuosamente ampliar el tratado "New START” para incluir a China, cuyo programa nuclear está en crecimiento, pero sigue siendo mucho más pequeño que el de Estados Unidos y Rusia.

A medida que se acercaba el día de la expiración, el gobierno de Trump quiso extenderlo un año más. Sin embargo las tratativas se estancaron ante la insistencia de Estados Unidos de una verificación más estricta de las acciones de Moscú para reducir sus arsenales nucleares.

Marshall Billingslea, a quien Trump confió liderar las negociaciones, denunció inmediatamente la propuesta de Biden porque "muestra una asombrosa falta de habilidad para negociar".

"Llevó apenas 24 horas para que el equipo de Biden desperdiciara la influencia más significativa que tenemos sobre Rusia", dijo en Twitter.

"Un mejor enfoque sería una extensión breve, de seis meses, condicionada a llegar al limite de ojivas nucleares que aceptó Putin", dijo.

Varios expertos así como activistas de la anti-nuclearización discrepan con el análisis de Billingslea. Dicen que no hay señales de que Rusia quiera ceder o de que China se sume al acuerdo.

"Los únicos oponentes son quienes buscan una carrera armamentística ilimitada. Me alegra ver que en el Día Uno la administración prescinde de temerarios juegos de gallina con la seguridad global", tuiteó Vipin Narang, un experto en estrategia nuclear del Massachusetts Institute of Technology (MIT).

Derek Johnson, jefe de la organización antinuclear Global Zero, consideró que la propuesta de Biden es clave para la eventual meta de un mundo sin armas nucleares. "A menos que seas un contratista de defensa, esto es una buena noticia para todos", dijo.

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