Si sientes que el mundo aún se está recuperando de la pandemia de covid-19, lo siento, pero hay otro virus con el que lidiar.
Esta vez se trata de la viruela del mono y hay más de 90 casos confirmados en al menos 14 países donde normalmente no se esperaría que se registrara esta enfermedad.
¿Qué está pasando? ¿Es hora de preocuparse o nos estamos alterando demasiado por haber vivido la covid?
Seamos claros: esto no es otra pandemia de covid-19 y no estamos cerca de volver a ver confinamientos para contener la propagación de la viruela del mono.
Sin embargo, este es un brote inusual y sin precedentes que tomó completamente por sorpresa a los científicos que se especializan en la enfermedad y siempre es una preocupación cuando un virus cambia su comportamiento.
Hasta ahora, la viruela del mono era bastante predecible.
El hogar natural del virus son los animales salvajes, y en realidad se cree que son roedores y no monos los que lo están transmitiendo.
Cuando alguien en las selvas tropicales de África occidental y central entra en contacto con una criatura infectada, el virus salta entre especies. Su piel estalla en una erupción, que se ampolla y luego se forma una costra.
El virus ahora está fuera de su hogar habitual y se esfuerza por propagarse, por lo que necesita un contacto cercano prolongado para reproducirse. Por lo tanto, los brotes tienden a ser pequeños y a desaparecer por sí solos.
Una pequeña cantidad de casos surgieron antes en otras partes del mundo, pero todos podían vincularse inmediatamente con alguien que había viajado a un país afectado y lo había traído a casa.
Ese ya no es el caso.
- Por primera vez, el virus se encuentra en personas sin una conexión clara con África occidental y central.
- No está claro de quién se está contagiando la gente.
- La viruela del mono se está propagando durante actividades sexuales y la mayoría de los casos tienen lesiones en los genitales y el área circundante.
- Muchos de los afectados son jóvenes gays y bisexuales.
"Estamos en una situación muy nueva; eso es una sorpresa y una preocupación", me dijo Peter Horby, director del Instituto de Ciencias de la Pandemia de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Si bien dijo que esto "no es covid 2", acotó que "debemos actuar" para evitar que el virus se afiance, ya que esto es "algo que realmente queremos evitar".
El médico Hugh Adler, que ha tratado a pacientes con viruela del mono, está de acuerdo: "No es un patrón que hayamos visto antes, es una sorpresa".
Entonces, ¿qué está pasando?
Sabemos que este brote es diferente, pero no sabemos por qué.
Hay dos opciones amplias: el virus cambió o el mismo virus antiguo se encontró en el lugar correcto en el momento adecuado para prosperar.
La viruela del mono se contrae por un virus de ADN, por lo que no muta tan rápido como la covid o la gripe.
Un análisis genético muy temprano sugiere que los casos actuales están muy estrechamente relacionados con las formas del virus observadas en 2018 y 2019. Es demasiado pronto para estar seguros, pero por ahora no hay evidencia de que se trate de una nueva variante mutante en juego.
Pero un virus no tiene que cambiar para aprovechar una oportunidad, como hemos aprendido de los grandes brotes inesperados de los virus ébola y zika en la última década.
"Siempre pensamos que el ébola era fácil de contener, hasta que no fue así", dijo el profesor Adam Kucharski, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
No está claro por qué los hombres gays y bisexuales se ven afectados de manera desproporcionada. ¿Los comportamientos sexuales facilitan la propagación? ¿Es solo una coincidencia? ¿Es una comunidad más consciente de la salud sexual y de hacerse chequeos?
También puede ser que se haya vuelto más fácil la propagación de la viruela del mono.
Las vacunaciones masivas contra la viruela en el pasado pueden haber brindado a las generaciones mayores cierta protección contra la viruela del mono, estrechamente relacionada.
"Probablemente se está transmitiendo de manera más efectiva que en la era de la viruela, pero no vemos nada que sugiera que podría extenderse", dijo Adler, quien todavía espera que este brote se desvanezca por sí solo.
¿Cuál es la conexión?
Comprender cómo comenzó este brote ayudará a predecir lo que sucederá a continuación.
Sabemos que solo estamos viendo la punta del iceberg, ya que los casos que se detectan no encajan en una imagen clara de "esta persona se la pasó a esta otra".
En cambio, muchos de los casos parecen no estar relacionados, por lo que faltan enlaces en una cadena que parece extenderse por toda Europa y más allá.
Un reciente evento masivo de superpropagación, en el que un gran número de personas se reunieran y contrajeran la viruela del mono en el mismo lugar, como un festival, y luego se la llevaran a diferentes países, podría explicar la situación actual.
La explicación alternativa para que tantas personas no conectadas se infecten es si el virus realmente estuvo merodeando desapercibido durante bastante tiempo e involucrando a muchas personas.
De cualquier manera, podemos esperar que se sigan encontrando más casos.
"No creo que la gente en general deba preocuparse en esta etapa, pero tampcoo creo que hayamos descubierto todo y no tenemos el control de esto", dijo el profesor Jimmy Whitworth, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Pero recuerde que no estamos en la misma situación que estábamos con la covid-19.
Este es un virus conocido, no uno nuevo, y ya tenemos vacunas ytratamientos. En la mayor parte de los casos se pasa como una enfermedad leve, aunque puede ser más peligroso en niños pequeños, mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunológicos débiles.
Pero se propaga más lentamente que la covid-19, y el sarpullido distintivo y doloroso hace que sea más difícil pasarlo por alto que una tos que podría ser cualquier cosa.
Esto facilita el trabajo de encontrar a personas que puedan haberse contagiado y vacunar a quienes corren el riesgo de contraerla.
Sin embargo, el director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud, Hans Kluge, lanzó una advertencia: "A medida que entramos en la temporada de verano (...) con reuniones masivas, festivales y fiestas, me preocupa que la transmisión pueda acelerarse".