A los bancos les gusta el dinero, es la razón de ser de su existencia. Sin embargo, hay un tipo de dinero del que recelan: las divisas virtuales o criptomonedas.
Son medios digitales de intercambio que escapan al control de los Estados y sus organismos encargados de la supervisión de los mercados financieros.
Desde su nacimiento con la creación del bitcoin en 2009, la primera y más conocida de ellas, han estado envueltas en la polémica.
Para algunos, abren la puerta a la esperanza de construir una economía que libere a la gente del yugo de los poderes político y financiero.
Es el caso de la escritora argentina Luisa Valenzuela, que abordará la cuestión en el Hay Festival, evento cultural que se celebra estos días en Arequipa, Perú.
"La mía es una perspectiva anticapitalista", cuenta en conversación con BBC Mundo,"el dinero es un veneno infernal y las criptomonedas son la oportunidad para reformarlo".
Valenzuela ve favorablemente que "con las criptomonedas ni siquiera hay posibilidad de atesorar, de acumular, son solo medios de circulación".
Así, según ella, podrían ayudar a terminar con la codicia intrínseca al sistema capitalista.
La autora explica que el rechazo de las grandes corporaciones financieras se debe a que "la moneda virtual no está controlada por los bancos, sino que tiene un control general que es totalmente público. Todo el mundo puede controlar todo, está todo a la vista".
Muchos expertos tienen una visión más escéptica.
Rory Cellan-Jones, corresponsal de tecnología de la BBC, recuerda que "bitcoin fue presentado como un enorme desafío para la industria bancaria, como una forma de boicot, pero no creo que esta industria esté ahora demasiado preocupada por lo que representa".
Cellan-Jones señala que en gran parte del sector bancario "impera la cautela porque bitcoin tiene la reputación de ser la moneda de los traficantes de drogas y otros criminales".
Cautela bancaria
Se estima que hay más de 700 divisas virtuales en circulación. Una práctica que prolifera en los últimos tiempos ha despertado la preocupación de las organismos reguladores en diferentes lugares del mundo.
Se trata de las Ofertas Públicas Iniciales de Criptomonedas (ICO, por su sigla en inglés), un mecanismo utilizado por empresas que están empezando su actividad para financiar sus primeros pasos.
El emprendedor anuncia su idea, crea una criptomoneda y la vende para conseguir el dinero con el que hará realidad su negocio.
Cellan-Jones alerta de que la falta de garantías de este sistema de financiación al que están recurriendo muchas start-ups "puede llevar a que mucha gente pierda su dinero".
El Banco de China ha prohibido recientemente las ICO porque "perturban seriamente el equilibrio económico y financiero".
En Estados Unidos, Singapur, Hong Kong y Canadá, las autoridades también advirtieron a los inversionistas del alto riesgo que asumen.
Para sus críticos, las criptomonedas tienen el problema fundamental de la falta de respaldo oficial, lo que las hace mucho menos fiables que divisas como el dólar, el yuan o el euro.
El analista Paul Sydlansky, de la asesoría financiera Lake Road de Nueva York, advirtió de que el de las criptomonedas es un "mercado altamente especulativo".
Sydlansky recuerda que hubo casos en que los hackers provocaron pérdidas millonarias en algunas de estas carteras.
"En fecha tan reciente como 2016 le robaron a los inversores de un fondo conocido como DAO más de US$50.000.000 en éter", una criptomoneda que cotiza al alza y amenaza la primacía del bitcoin.
El recuerdo del "corralito"
Sin embargo, Valenzuela relativiza el valor de esa supuesta solidez de las divisas tradicionales. "El Estado las respalda hasta que deja de hacerlo. El dólar sube, baja. Antes existía el llamado patrón oro y te daban el valor en oro de tu dinero en dólares. Pero eso se acabó en 1971".
Su país, Argentina, vivió en 2001 el llamado "corralito", una crisis general de solvencia en la que las autoridades bloquearon la disposición de efectivo a nivel nacional.
La escritora recela de los actores implicados en los complejos mercados financieros y elogia de las criptomonedas que "lo alejan a uno de los intermediarios".
Uno de los más célebres de esos intermediarios, Jordan Bellfort, el timador rehabilitado que inspiró la película "El lobo de Wall Street", denunció recientemente que prácticas como las ICO "suponen una gigantesca estafa por explotar en la cara de muchísimas personas".
Uno de los iniciales promotores de las criptomonedas, Joi Ito, director del Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por su sigla en inglés), lamentó que las ICO "están atrayendo a la gente equivocada".
Ito afirma que las ICO están ahora copadas por especuladores faltos de ética y ávidos de dinero fácil.
Es una de las razones por las que las entidades financieras tradicionales están limitando su exposición a lo que Cellan-Jones describe como una "burbuja que tarde o temprano reventará".
Por esa prudencia, no aprecia ahora "un riesgo sistémico" como el que desembocó en la crisis de las hipotecas subprime en 2007.
La característica principal de las criptomonedas, según Cellan-Jones, "es la desregulación".
Un rasgo que se interpreta de manera diferente según se tenga una visión u otra de la sociedad capitalista.
Para Valenzuela, "la criptomoneda puede ser una manera de buscar otros caminos, para librarnos de las grandes corporaciones que nos dominan" y del "totalitarismo financiero".
"Los banqueros siempre execrarán las criptomonedas, porque suponen su muerte como esos templos de la religión actual del capitalismo", concluye.
El experto británico lo ve de otra manera: "Crear un mercado alternativo a la banca tradicional que terminara con su monopolio ha sido siempre la promesa de los defensores de las criptomonedas, pero es muy improbable que vayamos a llegar un sistema financiero libertario sin fronteras. Eso no es realista".
Este artículo es parte de la versión digital del Hay Festival Arequipa, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza en esa ciudad peruana entre el 9 y el 12 de noviembre.
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