Vecinos de una comunidad rural en el estado mexicano de Puebla golpearon, amarraron y quemaron vivos este miércoles a dos personas, a quienes antes habían acusado de intentar secuestrar a niños, informó la Fiscalía General de Justicia.

De acuerdo con el reporte, el suceso tuvo lugar en la comunidad San Vicente Boquerón, en Acatlán de Osorio, luego de que los pobladores capturaran y entregaran a las autoridades a dos hombres de 53 y 22 años, quienes, según las versiones, llevaban a dos menores en una camioneta.

Pero esto fue solo el inicio de lo que vendría después.

La Secretaría de Seguridad Pública del estado informó que cerca de 150 "pobladores enardecidos" se congregaron frente a la comandancia de policías donde fueron llevados los dos hombres, rompieron las puertas, los sacaron atados con sogas y les prendieron fuego, al igual que a la camioneta donde fueron encontrados.

El linchamiento causó gran conmoción en México, no solo por el hecho en sí y por ser una muestra más de cómo estos actos de "justicia colectiva" ganan cada vez más espacio en esa sociedad, sino por la actitud de decenas de personas que presenciaron lo que acontecía.

Las imágenes difundidas en redes sociales muestran a multitud de pobladores grabando videos o tomando fotos mientras las llamas consumen a las dos personas, algunos incluso, lo trasmitieron en vivo en vivo por Facebook y Twitter.

Algunas versiones de medios locales indican que, en realidad, los hombres solo estaban embriagados y que alguien difundió el rumor sobre el supuesto secuestro, lo que enardeció a la población.

Condena

El gobierno local condenó lo sucedido y denunció que las autoridades locales no siguieron "el protocolo establecido por la administración estatal, ni en tiempo ni en forma para realizar la actuación correcta".

El texto señala que no enviaron negociadores para establecer diálogo con el "grupo creciente" de personas ni tampoco informaron de los hechos a las entidades superiores para que enviaran auxilio.

La gobernadora electa de Puebla, Martha Erika Alonso, también cuestionó lo sucedido y lamentó el hecho de que la policía se no pudieron responder a tiempo.

"Las autoridades municipales de Acatlán de Osorio están rebasadas para brindar seguridad. Condeno enérgicamente los linchamientos suscitados, es inadmisible hacer justicia por propia mano", afirmó.

México, Venezuela, Bolivia y Guatemala son algunos de los países de la región donde más linchamientos se han reportado en las últimas décadas, según datos de medios locales.

Grupos de derechos humanos aseguran que entre las causas de estos hechos se encuentran la falta de confianza de las comunidades en la policía y en el sistema judicial, sumada a la ineficiencia, corrupción o al poco alcance del Estado en algunas zonas.

Raúl Rodríguez Guillén, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien lleva dos décadas estudiando el fenómeno en México, señaó en una ocasión a BBC Mundo que el aumento de este fenómeno en su país se debe al "crecimiento sin límite de la delincuencia, la inacción y poca eficacia de la autoridad y el hartazgo de la sociedad".

"Lo más grave que va sucediendo es que se va erosionando la autoridad y eso a largo plazo creo que es de mayor gravedad que el crecimiento de la delincuencia", afirmó.

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