"Vimos tantas ciudades y villas pobladas en el agua y aquella calzada tan derecha por nivel que iba a México, nos quedamos admirados... y algunos de nuestros soldados decían que si aquello que veían era entre sueños".
Estas eran las palabras que usó el conquistador y cronista Bernal Díaz del Castillo hace 500 años cuando los españoles llegaron a Tenochtitlan, y las palabras eran una de las mejores formas de retratar al mundo.
Cinco siglos después, la fotografía y los drones son parte de ese testimonio histórico de la Tenochtitlan moderna: Ciudad de México.
Eso es parte de lo que el fotógrafo mexicano Santiago Arau está haciendo con su colección de imágenes de la enorme zona metropolitana de la capital mexicana.
Desde 2013, el fotógrafo de 37 años ha enfocado parte de su trabajo en la imagen aérea.
Además de permitir a los millones de habitantes de Ciudad de México conocer el lugar donde viven con la perspectiva que da la mirada desde el aire, sus fotografías contribuyen con la memoria histórica de esta gran urbe.
"Los drones empezaron como un sueño de fotógrafo de muchos fotógrafos, obviamente, porque puedes poner la cámara en un espacio tridimensional", dice Arau en conversación con BBC Mundo.
"Antes tenías que conseguir un andamio para que saliera la fotografía. Luego avanzó el tiempo y se usaba una grúa. Y ahora llegas y puedes levantar un dron a la altura que quieres, 500 metros o más", señala.
Arau explica que la fotografía aérea existe desde comienzos del siglo XX, cuando se usaban avionetas.
"La labor que hacían no era artística, era más bien ingeniería donde, cómo no había satélites, iba fotografiando la ciudad para saber el relieve, y para saber dónde iban a hacer el trazo las obras y conocer el terreno".
"Por otro lado, al hombre, al ser humano siempre le ha encantado volar, tenemos una obsesión con las alturas, no sé, le gusta todo lo que no puede hacer, entonces, si no puede volar, hay que buscar la manera de volar", explica.
"Entonces, al momento de tener una combinación de volar, de tener una visión de pájaro, una visión aérea pues todo cambia, todos los conceptos cambian".
Además de generar un archivo histórico y urbanístico, la fotografía aérea le ha permitido a Arau encontrar lo que se está haciendo mal en su ciudad.
"A mí me gusta mucho ver una fotografía de Ciudad de México, aérea, y poder ver los caminos, hacer un mapa social, de obras que están mal hechas".
Su trabajo también se ha encontrado con momentos traumáticos para Ciudad de México, como el del terremoto del 19 de septiembre, el cual dejó más de 350 muertos y la devastación de muchos edificios.
Pero también la fotografía aérea le ha permitido captar parte de la vida social que se vive todos los días en una urbe en la que conviven más de 20 millones de personas.
"Yo creo que una combinación de la necesidad de estar arriba, con una cámara arriba, y poder disfrutar de estas visiones de pájaro, revolucionó la forma de hacer fotografía", dice Arau.
Este fotógrafo mexicano comparte mucho de su trabajo a través de redes sociales.
Pero advierte que los fotógrafos deben preguntarse por qué lo hacen: "Creo que es importante compartir, que se haga una vitrina de exhibición en donde la gente pueda ver las fotografías y pueda interactuar con los fotógrafos".
Pero también señala: "Lo que se vuelve mal, y he ahí el error, es muchas veces que estás poniendo algo por buscar ese like, por buscar la aprobación de alguien".
"Si yo quiero compartir mi fotografía no tengo que estar pensando en que a la gente le va a gustar o no. Yo tengo que crear mi discurso de lo que quiera decir, no a partir de que a los demás les pueda gustar", piensa Arau.
Otro aspecto que hace notar Arau es cómo algunos fotógrafos están subordinándose a las redes sociales.
"Basarse si a la foto le fue bien o le fue mal, eso es un error. Tú la compartes y debes estar tranquilo con tu trabajo y listo, tienes que ir un paso adelante", dice.
Luego de cuatro años haciendo fotos aéreas que contribuyen a la memoria urbana, Arau dice que ha aprendido a encontrar lugares en donde le gustaría estar y que muchas veces pasan desapercibidos.
"Creo que en Ciudad de México no conocemos lo microbarrios, estamos encerrados en nuestros coches, en nuestras casas, no es una vida fácil para los que vivimos en la ciudad", dice Arau.
"La fotografía está haciendo que yo abra los ojos y que otros más lo vean".
El uso de estas fotografías es cortesía de Santiago Arau. @Santiago_Arau