Fue un intento de asesinato para el que se empleó un agente nervioso.

Así de clara se mostró la policía británica sobre el caso del exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia, en estado crítico después de ser encontrados inconscientes en un centro comercial de la localidad inglesa de Salisbury el pasado domingo.

Las autoridades confirmaron que ambos fueron envenenados con un agente nervioso, si bien no desvelaron la sustancia exacta.

Los agentes nerviosos son químicos altamente tóxicos que afectan al sistema nervioso y provocan que dejen de funcionar las funciones corporales.

"Una vez establecido que la causa de sus síntomas es un agente nervioso, estamos tratando el caso como un intento de asesinato", señaló Mark Rowley, jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard.

Además, confirmó que el ataque estaba dirigido "específicamente" a estas dos personas.

El responsable de la unidad antiterrorista, encargada de la investigación del caso debido a las "inusuales circunstancias" que lo rodean, dijo que cientos de agentes se encuentran trabajando para esclarecer lo sucedido y que el trabajo policial en Salisbury podría alargarse varios días más.

El exmilitar, de 66 años, y su hija, de 33 años, fueron hallados en estado inconsciente en un banco de los exteriores de un centro comercial y el primer agente de policía que acudió a ese lugar está hospitalizado, en estado grave.

No obstante, las autoridades descartaron que la salud del público esté en peligro.

Skripal había sido condenado en Rusia en 2006 por espiar para Reino Unido y recibió en 2010 refugio en este país tras un "intercambio de espías" entre Estados Unidos y Moscú.

El canciller dijo que si se demuestra alguna implicación de Moscú, el gobierno se replanteará la participación británica en el Mundial de Fútbol de 2018.

Campaña antirusa

El incidente recuerda el caso del disidente ruso Alexander Litvinenko, envenenado en 2006.

Una investigación pública concluyó que el asesinato de Litvinenko probablemente fue llevado a cabo con la aprobación del presidente Vladimir Putin.

El ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, pidió explicaciones a Rusia y aseguró que Londres dará una respuesta "firme" si se demuestra la implicación de Moscú en el caso de Skripal.

Rusia insiste en que no tiene ninguna información sobre el asunto, pero mostró su disposición a colaborar con la policía británica.

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso Maria Zakharova consideró que la prensa extranjera está utilizando el incidente como parte de una campaña antirusa.

"Es una campaña habitual. Lo normal es inventar cosas. Sólo podemos verlo como una provocación", señaló.

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