La Casa Blanca aseguró que no hay indicios de que los tres objetos voladores derribados durante el fin de semana por el ejército estadounidense estén relacionados con un supuesto espionaje chino.
Los objetos pueden estar "vinculados a entidades comerciales o de investigación y, por lo tanto, benignos", afirmó el portavoz John Kirby.
Los funcionarios estadounidenses y canadienses aún no han localizado ni recuperado los restos de los tres objetos derribados.
El gobierno de Pekín acusó a Estados Unidos de tener "una reacción exagerada de gatillo fácil".
China ha negado que uno de sus globos, que fue destruido por un avión de combate estadounidense a principios de este mes frente a Carolina del Sur, se estuviera utilizando para espionaje.
Alegó, en cambio, que era una aeronave de monitoreo del clima que se había desviado de su rumbo.
En la conferencia de prensa de este martes, Kirby aseguró que será difícil determinar el propósito o el origen de los otros tres objetos hasta que se encuentren y analicen los restos.
"No hemos visto ningún indicio ni nada que apunte a la idea de que estos tres objetos fueran parte del programa de espionaje de la República Popular China [RPC] o que estuvieran involucrados en los esfuerzos de recolección de inteligencia externa", afirmó el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca a los periodistas.
Hasta ahora, ninguna empresa, organización o gobierno ha reclamado los objetos.
Ataques con misil
En el berribo más reciente -sobre el lago Huron- el primer misil Sidewinder disparado por un avión de guerra F-16 estadounidense falló su objetivo, según confirmó el general de más alto rango de Estados Unidos.
"El primer disparo falló. El segundo disparo dio en el blanco", declaró el martes el Jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, durante una visita a Bruselas.
"Hacemos todo lo posible para asegurarnos de que el espacio aéreo está despejado y el telón de fondo está despejado hasta el alcance máximo efectivo del misil. Y en este caso, los misiles aterrizan, o el misil aterrizó, inofensivamente en el agua del lago Hurón".
Por su parte, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino criticó la respuesta estadounidense.
"Muchos en EE.UU. se han preguntado: '¿qué bien puede reportar a EE.UU. y a sus contribuyentes una acción tan costosa?", declaró Wang Wenbin el martes.
Investigación
Los sensores del supuesto globo espía chino derribado sobre Estados Unidos el 4 de febrero fueron recuperados el lunes del océano Atlántico y están siendo analizados por el FBI.
Los equipos de búsqueda encontraron "restos significativos del lugar, incluidos los sensores prioritarios y piezas electrónicas identificadas" frente a la costa de Carolina del Sur, declaró el Mando Norte de EE. UU.
El Senado estadounidense en pleno recibió el martes una sesión informativa clasificada sobre el asunto por parte de los jefes militares.
El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, explicó que la cámara iniciaría una investigación sobre por qué no se detectaron antes los objetos aerotransportados.
"Es una buena pregunta", aseguró Schumer a los periodistas. "Tenemos que responderla".
Mientras tanto, Rumanía envió el martes aviones de combate para investigar la entrada de un objeto aéreo en el espacio aéreo europeo.
Pero el Ministerio de Defensa del país afirmó que los pilotos fueron incapaces de localizarlo y abandonaron la misión después de media hora.