La postura de Estados Unidos contra Huawei se ha endurecido estas últimas semanas, hasta el punto que el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para prohibir a las empresas de su país utilizar los servicios de esta y otras compañías que su gobierno considera una "amenaza".

En medio de este conflicto, un actor clave ha quedado temporalmente en un segundo plano: Meng Wanzhou.

Meng es la directora financiera de Huawei e hija del fundador de la empresa y se encuentra actualmente en libertad bajo fianza en Canadá.

La empresaria china fue detenida en ese país a petición de Estados Unidos y Washington trata de que sea extraditada a su territorio.

El gobierno estadounidense acusa a Meng de violar las sanciones de EE.UU. a Irán, algo que Huawei niega.

El gigante tecnológico, que es motivo de orgullo nacional en China, considera que las acusaciones de EE.UU. responden a "motivaciones políticas".

Un conflicto... personal

El arresto de Meng se produjo el pasado mes de diciembre, a medida que las tensiones entre Occidente y Huawei se intensificaban.

Las autoridades estadounidenses lleva al menos desde 2016 investigando los vínculos entre Huawei e Irán, incluido el posible rol de Meng Wanzhou en ersa relación.

Meng Wanzhou,

La agencia Reuters publicó diversas historias en 2012 y 2013 sobre los lazos con Teherán de la compañía, la directora financiera y otra empresa que supuestamente había tratado de violar las sanciones estadounidenses sobre Irán.

Estados Unidos pidió a Canadá la detención de Meng cuando supo que ésta pasaría por Vancouver en uno de sus viajes, en base a acusaciones de fraude bancario y electrónico.

La fiscalía estadounidense alega que la empresaria china conspiró para defraudar a bancos al asegurar que una subsidiaria de Huawei era una empresa separada, lo que le permitía eludir las sanciones de Estados Unidos.

Si bien desde Washington aseguran que el caso de Meng Wanzhou es independiente de las negociaciones comerciales que mantienen con Pekín desde hace meses, lo que ocurra con la heredera de Hauwei es "clave" en ese conflicto, consideran los analistas.

¿Por qué es clave?

El pasado diciembre, Trump dijo que su gobierno está abierto a la posibilidad de utilizar el arresto de Meng como "moneda de cambio" en las negociaciones comerciales con China, por lo que los expertos consideran que el mandatario puede usar esa "carta" en la cumbre del G20 de junio, a la que acudirán los presidentes de ambos países.

Preguntado por la agencia Reuters sobre si intervendría en el caso, Trump dijo: "Lo que sea mejor para el país, eso haré".

"Si creo que es bueno para lo que posiblemente sea el mayor acuerdo comercial nunca antes pactado, lo cual es algo muy importante (...) sin duda intervendré (en el caso), si considero que es necesario".

La especialista en políticas de ciberseguridad y economía digital Samm Sacks, sin embargo, considera que Trump se ha puesto en una posición muy difícil y, en su opinión, si la Casa Blanca cree que puede hacer que los chinos se sienten a negociar por el tema Huawei, están muy equivocados.

"China no negocia con una pistola apuntándole a la cabeza", dijo Sacks en una entrevista con BBC Mundo sobre el conflicto entre Huawei y Estados Unidos.

Tras el veto de Trump a Huawei y las altas tensiones, la experta del think tank estadounidense New America considera que el caso de Meng representa una nueva encrucijada para Trump.

"El caso de Meng es una bomba de relojería", advierte.

"Si es extraditada a Estados Unidos, supondrá una escalada de tensiones enorme. Si es liberada y enviada de vuelta a China, se interpretará como que Trump ha negociado con un asunto de cumplimiento de la ley y, en ese caso, (el mandatario) se tendrá que enfrentar a un gran rechazo en Washington".

En opinión de Sacks, Trump se ha puesto a sí mismo en una "situación imposible", que tendrá serias consecuencias.

"Una es la prohibición sobre Huawei; la otra, el arresto de Meng Wanzhou".

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