A las 7 de la mañana del lunes, la avenida 23 de enero parecía desolada. Los comercios estaban cerrados y prácticamente no había tránsito de transporte público.

Era un panorama inusual para una de las principales vías de Barinas, ciudad ubicada en el centro-occidente de Venezuela y capital del estado de mismo nombre, donde nació el expresidente Hugo Chávez.

La aparente calma no era una buena señal como pocas horas después se comprobaría durante una ola de violencia que cubriría la ciudad a lo largo del día hasta entrada la noche.

¿El saldo? Cuatro personas muertas, 60 heridos, más de 200 comercios saqueados y numerosas instituciones públicas atacadas, según dijo a BBC Mundo el alcalde de la ciudad, José Luis Machín.

La violencia afectó la sede del Consejo Nacional Electoral en Barinas, que fue incendiada, como también lo fue la sede del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela.

Además, un módulo de la policía del Estado, gobernado por el chavismo, fue atacado por una poblada; mientras que una patrulla de la policía del municipio, regido por la oposición, fue quemada.

"Esto ha sido totalmente desastroso, una situación nunca vista. Estamos en una ciudad sin ley alguna", comentó Walter Obregón, corresponsal del diario venezolano El Universal en esa ciudad.

Francisco Aguilar, periodista que trabaja en una emisora de radio local, coincidió en señalar lo inédito de la situación.

"Barinas, la capital, nunca había pasado por algo así. Esto devino en un desmadre, en una anarquía total", afirmó en conversación con BBC Mundo.

Los sucesos en Barinas se produjeron en medio del convulso clima político que vive Venezuela, país que lleva más de 50 días de protestas cotidianas organizadas por la oposición en contra del gobierno del presidente Nicolás Maduro, a quien acusan de estar dando un golpe de Estado.

El Ejecutivo, por su parte, afirma que la oposición alienta una intervención extranjera para derrocarle.

Este martes, Maduro entregó las bases para convocar una Asamblea Constituyente comunal, mientras que el Consejo Nacional Electoral fijó para diciembre de las elecciones de alcaldes y gobernadores que debieron haberse realizado en 2016.

La oposición rechaza la convocatoria a una Constituyente y exige que en el país haya una convocatoria a elecciones generales, que incluyan también al Poder Ejecutivo.

José Luis Machín aseguró que la violencia de Barinas no tuvo su origen en ninguna convocatoria de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), coalición que reúne a los principales partidos que se oponen al gobierno.

"El carácter de las manifestaciones de la MUD es pacífico. Rechazamos la violencia venga de donde venga", dijo.

Pero, ¿cómo, entonces, se llegó a esta situación?

Una mezcla explosiva

En los sucesos del lunes confluyeron varios factores.

Muchos comercios cerraron y otros trabajaron extremando las medidas de seguridad

Había un paro convocado por algunos comerciantes en contra de una decisión de la Superintendencia de Precios que -afirmaban los convocantes- los condenaba a la quiebra, al obligarlos a vender a precios desfasados por la inflación.

También había una manifestación en otra zona de la ciudad organizada por estudiantes, en contra de la convocatoria a una Asamblea Constituyente comunal; y una tercera protesta, en la zona sur de la ciudad, organizada por comunidades de bajos recursos aquejadas por problemas en los servicios públicos.

"La gente tomó esas convocatorias como un paro general. El transporte urbano no trabajó y los bancos y comercios cerraron por falta de personal", comentó el periodista Walter Obregón.

Esa idea de una paralización, advirtió Machín, no salió de la nada. "Se estaba corriendo la voz de ese supuesto paro nacional y empezaron a aparecer papelitos en los comercios y hasta en las escuelas advirtiendo que el negocio que trabajara iba a ser saqueado", explicó.

Según narró Francisco Aguilar a BBC Mundo, a media mañana la mayor parte de los comercios estaban cerrados y empezó a correr el rumor de que había sido quemada una unidad de transporte público, por lo que los pocos autobuses que aún circulaban terminaron de desaparecer de las calles.

Hacia el mediodía ya llegaba información de que había focos de violencia en lugares de la ciudad donde nunca antes se habían producido protestas desde que empezó la ola de manifestaciones que sacude a Venezuela.

También se supo sobre la primera víctima mortal: Yorman Ali Bervecía Cabeza, un joven de 19 años que falleció al recibir un disparo de bala mientras participaba en una manifestación en contra de la Constituyente que estaba siendo reprimida por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Según Machín, la noticia de ese deceso enardeció mucho a los manifestantes.

Los comercios saqueados no solo perdieron la mercancía robada, sino que sus instalaciones quedaron destrozadas.

A esa hora también empezaron a multiplicarse las barricadas por todas partes en el centro de la ciudad.

Barinas se convertiría entonces en una zona de guerra con calles bloqueadas, comercios saqueados e instituciones quemadas.

Pero Machín no cree que todo haya sido espontáneo.

"Había gente que estaba siendo trasladada en camionetas y otros recorriendo la ciudad en moto viendo dónde se podía saquear", dijo.

Según explicó, en los actos vandálicos había distintos componentes.

"Hay delincuentes organizados, hay grupos de los llamados colectivos afectos al gobierno y hay la gente que tiene hambre de verdad. Todo eso se mezcla", señaló.

Además, estaba la represión de los cuerpos de seguridad en contra de las protestas en la que, según los tres entrevistados, se utilizaron bombas lacrimógenas, perdigones y balas.

"Llama la atención que haya una feroz represión en contra de las protestas, mientras se deja actuar a los saqueadores que siembran el terror en la comunidad", apuntó Machín.

"La fuerza pública desapareció a partir de las tres de la tarde, cuando comenzaron los saqueos", señaló Obregón, quien destacó que las pérdidas de los comerciantes son totales, pues no sólo pierden la mercancía sino que los locales quedan inservibles por causa de los destrozos.

Los actos vandálicos dejaron algunos negocios completamente vacíos.

Víctimas

Así, a lo largo del lunes se producirían otras cuatro víctimas mortales por arma de fuego en Barinas, según confirmó la Fiscalía venezolana.

Alfredo Carrizales recibió un disparo cuando se encontraba en la urbanización Andrés Eloy Blanco, donde se desarrollaba una manifestación.

Elvis Montilla murió de un balazo en el pecho, en otra protesta en las inmediaciones de la urbanización Palma de Oro.

Freiber Pérez, de 21 años, recibió un disparo mortal por la espalda durante una manifestación ocurrida la noche del lunes en el sector El Corozo, ubicado en la carretera que une a Barinas con la ciudad andina de San Cristóbal.

La Fiscalía también informó del fallecimiento de Miguel Ángel Bravo, de 25 años de edad, quien recibió el impacto de dos proyectiles durante una manifestación en las cercanías de la plaza Bolívar de Socopó, municipio Antonio José de Sucre, ubicado a unos 85 kilómetros de la capital barinense.

A esta lista de víctimas, se le suman Juan Sánchez, de 21 años, y Erick Molina, de 35 años, cuyas muertes ocurrieron durante las protestas realizadas en Barinas este martes, según informó el Ministerio Público.

Plan Zamora

Desde el chavismo la lectura que se tiene de lo ocurrido es distinta.

La gobernadora de Barinas, Zenaida Gallardo, acusó este martes al alcalde Machín y al diputado opositor Adolfo Superlano de ser los responsables de los actos de vandalismo ocurridos en la ciudad.

Gallardo ofreció una rueda de prensa en compañía del comandante general de la GNB, general Antonio Benavides Torres, y del equipo político del oficialista PSUV.

Benavides anunció que la GNB aplicará en Barinas la segunda fase del llamado Plan Zamora, una operación que puso en marcha Maduro en todo el país el pasado 18 de abril cuyo contenido preciso se desconoce pero que, a juzgar por sus aparentes efectos, supone extremar las medidas de vigilancia, control y patrullaje con mayor presencia de la Policía y de la GNB.

Fueron vaciadas las estanterías y las neveras.

Tras la aplicación del Plan Zamora también se ha visto un incremento de las detenciones masivas y de la aplicación de la justicia militar a civiles.

El lunes por la noche, la GNB trasladó efectivos de refuerzo a Barinas, adonde también fueron enviados funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas y del Servicio Bolivariano de Inteligencia, conocido como Sebin.

Pese a ello, los actos de saqueos persistieron este martes cuando, de acuerdo con el alcalde Machín, se estima que al menos otros 40 comercios han sido saqueados en la ciudad.

Por lo pronto, los habitantes de la capital del estado natal de Hugo Chávez no parece que hayan encontrado la anhelada paz social.

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