El gobierno y la oposición de Venezuela afirmaron este sábado estar cerca de llegar a acuerdos para restablecer la estabilidad en el país, sumido en un profunda crisis política.

Al cierre de dos días de conversaciones en República Dominicana, aunque no se llegó a ninguna resolución, ambas partes se mostraron optimistas con el diálogo y acordaron volver a sentarse a la mesa de negociaciones el venidero 15 de diciembre.

"Hemos avanzado mucho, hemos podido trabajar en profundidad en los seis puntos de la agenda que habían sido previamente acordados, y a pesar de lo difícil, estamos cerca de un acuerdo", aseguró el ministro venezolano de Comunicación y Cultura, Jorge Rodríguez.

Por su parte, el líder opositor Julio Borges, calificó de "relevante" el hecho de que la oposición haya dialogado con el gobierno, aunque reconoció que se trata de un proceso "difícil" de "debates y confrontaciones".

"Nosotros dimos nuestra visión y el Gobierno la suya. Hicimos propuestas de condiciones electorales indispensables", dijo, aunque señaló que para ambas partes la prioridad es encontrar una solución a la crisis que vive el país.

La oposición, que llega debilitada y separada al diálogo, alegó con anterioridad buscaría elecciones libres y transparentes, apertura de un canal humanitario para la llegada de alimentos y medicinas, liberación de presos políticos y restitución de las facultades del Parlamento, dominado por los opositores.

El gobierno, por su parte, más hermético en sus objetivos, indicó que buscaría que la oposición ayude a que Estados Unidos rebaje las sanciones que implantó en los últimos meses contra figuras del oficialismo y empresas estatales.

Nuevas circunstancias

Como mediadores del proceso de diálogo estuvieron los cancilleres de Chile, Heraldo Muñoz; de Nicaragua, Denis Moncada, y de México, Luis Videgaray, así como el ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, y el ministro de Finanzas de San Vicente y Granadinas, Camillo Gonsalves.

No es la primera vez que la oposición y el gobierno de Venezuela intentan el diálogo de forma infructuosa.

Hace justo un año, con el presidente Nicolás Maduro presente y con el acompañamiento del Vaticano, la mesa de diálogo fracasó y acabó diluyéndose sin acuerdos efectivos.

Esta vez, la presencia de países garantes y que la sede del encuentro estuvo fuera de Venezuela fueron las principales novedades del proceso.

En estos 12 meses las circunstancias también han cambiado.

Hubo cuatro meses de protestas antigubernamentales -de abril a agosto- que dejaron más de 120 muertos y se instaló una Asamblea Constituyente plenipotenciaria completamente oficialista ante el rechazo de la oposición y de gran parte de la comunidad internacional.

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