Donald Trump puede haber endurecido su retórica antiinmigrante, pero los números cuentan otra historia.

Durante su primer año como presidente deportó 177.000 menos inmigrantes que Barack Obama en 2009, su primer año en la Casa Blanca, de acuerdo a datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos? (CBP, por su sigla en inglés).

Y aunque los intentos de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos cayeron en casi 150.000, los arrestos de inmigrantes indocumentados dentro del país se incrementaron un 25% a 143.470, la cifra más alta en tres años.

Del total de deportados, 128.765 son mexicanos, un 15% menos que el año previo.

Los tres países del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) son los siguientes con mayor cantidad de deportados: 33.570 (-1%), 22.381 (+1%) y 18.838 (-9%), respectivamente.

La administración Trump ve como un logro la caída del 25% en el número de arrestos (310.531) realizados por la Patrulla Fronteriza en el límite entre EE.UU. y México, la cifra más baja en casi medio siglo, al considerar que la política del nuevo presidente ha tenido un efecto disuasorio.

Un tercio de los arrestados eran mexicanos, mientras que la mayoría del resto eran salvadoreños, guatemaltecos y hondureños.

Casi tres millones de indocumentados fueron expulsados de EE.UU. en durante los ocho años de gobierno de Obama.

En comparación, en sus ocho años de mandato, el gobierno del republicano George W. Bush deportó a 2,01 millones.

Ningún presidente expulsó a más personas que Obama en la historia del país. Por su récord de expulsados, líderes de la comunidad latina denominaron a Obama "Deportador en Jefe"(Deporter in Chief).

 

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