Los comicios para elegir el primer Parlamento de Egipto desde el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Mursi y la llegada al poder de Abdel Fatah al Sisi comenzaron este domingo (18.10.2015) con una baja participación y bajo estrictas medidas de seguridad por el temor a atentados. Funcionarios del Gobierno hablaron de una lenta afluencia a las urnas en la mayoría de los centros de votación, donde se cumple la primera jornada de los comicios.
Los canales de televisión privados y estatales interrumpieron la cobertura de la votación con canciones patrióticas e instaron a los votantes a emitir su sufragio. En la primera fase de los comicios parlamentarios, que se extiende hasta este lunes (19.10.2015), unos 27,4 millones de egipcios están convocados a votar en 14 de las 27 gobernaciones del país. En la votación actual se elegirán 286 escaños, que se disputan 2.573 candidatos. Está previsto que el 30 de octubre se den a conocer los resultados de esta primera vuelta.
En el resto de distritos se votará el 22 y 23 de noviembre y el resultado final se conocerá en diciembre. En total, 596 legisladores integrarán el nuevo Parlamento y serán elegidos a través de listas, de forma directa o nombrados por el presidente. Las elecciones parlamentarias suponen la tercera y última etapa –tras la aprobación de una Constitución y la elección del presidente– del plan de transición respaldado por el Ejército tras el golpe de Estado de julio de 2013 contra el islamista Mursi, el primer presidente elegido en las urnas tras el derrocamiento de Hosni Mubarak.
En junio de 2014 el ex jefe militar Al Sisi se convirtió en el nuevo presidente del país y está gobernando a través de decretos ante la ausencia de un Parlamento. La cámara elegida será la primera en Egipto en más de tres años, después de que el último legislativo de mayoría islamista fuera disuelto en 2012. La Constitución de 2014 otorga al Parlamento amplios poderes, entre ellos el derecho a destituir al presidente y convocar elecciones anticipadas.
No obstante, parece poco probable que la asamblea que salga de las urnas suponga un desafío para Al Sisi, pues un gran número de candidatos respalda abiertamente al ex general. Además, se espera que la alianza "Por amor a Egipto", que se ha demostrado a favor de Al Sisi, se haga con gran parte de los votos. Los críticos alegan que Al Sisi está violando derechos humanos en su persecución de posibles terroristas. Además, los ganadores de las últimas parlamentarias celebradas en 2011, los Hermanos Musulmanes, no pueden concurrir esta vez, tras ser ilegalizados en 2013 y declarados organización terrorista. Sus seguidores, que van desde islamistas moderados a radicales, son considerados terroristas y perseguidos.
Otros partidos islamistas boicotean estos comicios, en los que el grupo salafista Al Nur es la única fuerza islamista que concurre. El gobierno negó que estuviera considerando declarar el lunes jornada festiva para que los trabajadores puedan ir a votar, como indicaron previamente medios locales. "Los días de elecciones en ambas rondas serán días laborales", dijo Refaat Qumsam, asesor del primer ministro.
La comisión electoral señaló que los comicios están transcurriendo sin problemas, pero la ONG Alianza Egipcia para Monitorear las Elecciones informó de varias irregularidades, como actos de campaña ilegales, retrasos en la apertura de algunos locales electorales y la negativa de acceso a los observadores en algunos locales. Unos 430.000 efectivos de seguridad fueron desplegados ante los locales electorales, informaron los medios.
Expertos desactivaron una bomba de fabricación casera cerca de un local de votación en Fayum, a unos 80 kilómetros al sur de El Cairo, informó la agencia oficial Middle East News Agency. Egipto ha sido escenario de una ola de ataques extremistas desde el derrocamiento de Mursi.