AFP
Al menos 14 personas murieron y varias resultaron heridas por un ataque de Boko Haram el día de Navidad en una localidad en el noreste de Nigeria, indicaron este sábado milicias de autodefensa.
Los yihadistas entraron en la ciudad de Kimba, en el estado de Borno, sobre las 22:00 hora local del viernes y abrieron fuego contra los residentes, antes de prender fuego a sus casas.
Los atacantes mataron a 14 personas y quemaron la aldea entera antes de huir
"Los atacantes mataron a 14 personas y quemaron la aldea entera antes de huir", aseguró a la AFP Mustapha Karimbe, miembro de las milicias de autodefensa que apoyan al ejército en la lucha contra Boko Haram.
Cientos de residentes de Kimba huyeron a Biu, donde fueron instalados en un campo de refugiados ya desbordado con desplazados de Boko Haram.
"No se salvó ni una casa", dijo Karimbe.
El ataque se produjo pocos días antes del 31 de diciembre, la fecha límite autoimpuesta por el presidente nigeriano Muhammadu Buhari para erradicar al grupo radical, y en la misma semana en que el dirigente afirmó que Nigeria había derrotado "técnicamente" a los yihadistas.
Buhari llegó a la presidencia en mayo con la promesa de acabar con seis años de insurgencia, que han dejado más de 17.000 muertos y espantado a los inversores de la principal economía de África.
Las tropas nigerianas han ganado terreno a Boko Haram, pero los yihadistas aún tienen capacidad para lanzar ataques esporádicos.
El grupo se ha aliado con el Estado Islámico (EI), aunque varios expertos dudan de la escala y alcance de dicha colaboración.
La violencia ha dañado la poca infraestructura existente en el norte del país, un área remota y considerablemente más pobre que la capital y las zonas costeras, en un momento en que el país recibe menos ingresos por la caída de los precios del petróleo.
Según un informe publicado en Nueva York por The Institute for Economics and Peace, esta organización se ha convertido en el "grupo terrorista más mortífero del mundo".
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció este semana que el conflicto ha impedido que cerca de un millón de niños asistan al colegio y advirtió que la falta de escolarización puede alimentar la radicalización.
El secuestro de 276 alumnas de instituto en Chibok (noreste), el 14 de abril de 2014, provocó una ola de indignación en el mundo y se convirtió en uno de los símbolos de este conflicto. Actualmente unas 200 de las chicas secuestradas siguen en manos de Boko Haram.