Argentina registró este lunes 75 fallecidos por coronavirus, la mayor cifra de muertes para una jornada desde el inicio de la pandemia que suma 1.582 víctimas mortales sobre un total de 80.434 casos en el país sudamericano, reportaron autoridades.
El epicentro de los casos es la capital argentina y su poblada periferia, la región metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde viven unos 14 millones de los 44 millones de habitantes del país.
Esta región, donde se concentra más del 90% de los casos de COVID-19, está bajo una cuarentena estricta dispuesta por el gobierno desde el 1 de julio y hasta el 17 de julio como herramienta para frenar los contagios.
El último parte epidemiológico informó que 676 personas permanecen internadas en salas de cuidados intensivos, un 26% más que hace una semana.
El porcentaje de ocupación en salas de cuidados intensivos para adultos ha aumentado hasta situarse en 51,6% en la capital argentina y 58,8% en su periferia, un dato que es seguido de cerca por las autoridades.
El gobierno del presidente Alberto Fernández impuso restricción de actividades el 20 de marzo pasado, pero desde entonces la mayoría de las provincias han flexibilizado el aislamiento social, aunque con idas y vueltas según la evolución de los contagios.
El ejecutivo ha reiterado que decretar una temprana cuarentena "permitió salvar vidas", porque acható la curva de contagios y dio tiempo para reforzar la infraestructura sanitaria.
Las penurias económicas que conlleva la paralización de actividades han sido en parte compensadas por una batería de medidas de ayuda social, pago de salarios a privados, créditos blandos y desgravaciones impositivas entre otras.
No obstante la creciente necesidad económica llevó a muchos a violar restricciones mientras las autoridades han redoblado los controles, sobre todo en el transporte público.
La pandemia golpea a una economía argentina en recesión desde 2018 y con un tercio de su población en la pobreza.