Argentina recibió a un ciudadano ruso, sobre quien pesa una "alerta naranja" de Interpol y que el lunes (13.02.2023) solicitó refugio en el país sudamericano, según informaron fuentes de Migraciones.
El hombre llegó el sábado pasado a Argentina, donde ya se encontraban su mujer y sus hijos, según fuentes oficiales. "No podría haber salido de Rusia", explicó la directora de Migraciones de Argentina, Florencia Carignano, en declaraciones a los medios.
La funcionaria explicó que Migraciones lo rechazó, lo quiso deportar en otro vuelo ese mismo día, pero el hombre se descompuso.
Sobre él pesa "una alerta naranja" de Interpol, que son aquellas que alertan acerca de personas que supongan un peligro grave e inminente para la seguridad pública.
En su defensa, el hombre cuenta con una abogada que interpuso un "habeas corpus" para frenar el proceso de deportación. Previendo que iba a ser rechazado, en una audiencia este lunes solicitó refugio en Argentina y se disparó otro mecanismo: mientras se falla a favor o en contra, ante la duda queda amparado.
"Son todos de la misma mafia", expresó Carignano respecto de los abogados porque también defienden a varias embarazadas rusas que fueron "inadmitidas" la semana pasada por no poder justificar que entraban para hacer turismo.
Esta situación se da en medio de la polémica por las miles de mujeres rusas que en los últimos meses llegaron a Argentina para dar a luz y conseguir, según se investiga, el pasaporte argentino para sus bebés, algo que el gobierno cree que forma parte de una "mafia".
Desde que estalló la guerra en Ucrania, 10.500 rusas viajaron a Argentina -5.819 de ellas en los últimos tres meses- con un embarazo en la semana 33 porque el país sudamericano no pide visa para ingresar para hacer turismo y porque las madres pueden obtener una segunda ciudadanía para el niño, según difundió Migraciones de Argentina.