La ONG Amnistía Internacional (AI) denuncia que las autoridades italianas están violando los derechos humanos de los refugiados e inmigrantes en los centros de identificación. En un informe, publicado el miércoles (02.11.2016), la organización sostiene que "la presión de la UE sobre Italia" para endurecer sus controles en la gestión del drama migratorio "ha desembocado en expulsiones ilegales y malos tratos que en algunos casos pueden ser considerados tortura".

AI denuncia que estas violaciones se llevan a cabo en los centros de identificación, defendidos por la UE como esenciales para controlar y registrar a todas las personas que llegan a Europa a través de países como Italia, y procesar sus solicitudes de asilo o determinar su repatriación a sus países de origen.

Realizado a partir de "más de 170 entrevistas a inmigrantes y refugiados", el informe denuncia "cómo la concepción de los centros de identificación (...) no solo socava su derecho a solicitar asilo, sino que también propicia que se cometan abusos terribles". Y añade: "Si bien el comportamiento de la mayoría de los policías sigue siendo profesional y la gran mayoría de los registros de las huellas dactilares tiene lugar sin incidentes", matiza AI, "las conclusiones de este informe plantean serias preocupaciones y destacan la necesidad de una revisión independiente de las prácticas actuales".

Centro de inmigrantes Baobab en la calle Cupa, en Roma.

No quieren ser identificados

Lo cierto es que no siempre es fácil registrar a los solicitantes de asilo. Amnistía Internacional recuerda que en estos centros, recomendados por la Comisión Europea en 2015, es obligatorio tomar las huellas a todos los que llegan a las costas italianas y griegas, a pesar de que muchas de estas personas son reticentes a dejarse identificar.

"Aquellos que quieren solicitar asilo en otros países europeos -quizás porque tienen parientes allí- tienen un gran interés en evitar que las autoridades italianas tomen sus huellas dactilares para no correr el riesgo de ser devueltos a Italia bajo el llamado sistema de Dublín de la UE", explica AI.

Cuando los inmigrantes se niegan a ser identificados, las autoridades italianas tratan de obligarlos de diferentes maneras. "Bajo la presión de los gobiernos e instituciones de la UE, Italia ha introducido prácticas coercitivas para obtener huellas dactilares. Golpes, descargas eléctricas y humillación sexual están entre las numerosas denuncias de abuso documentadas en los centros de identificación de Italia", relata el informe.

"Las naciones europeas pueden ser capaces de expulsar a la gente de su territorio, pero no pueden eludir sus obligaciones bajo el derecho internacional".

Italia lidera los esfuerzos

Por otro lado, la ONG reconoce que Italia "está liderando los esfuerzos para rescatar a las personas en el Mediterráneo", pero al mismo tiempo lamenta que, coaccionada por la UE, está aumentando el número de expulsiones de inmigrantes a sus países de origen.

"En su determinación por reducir el flujo de refugiados e inmigrantes hacia otros estados miembros, los líderes de la UE han llevado a las autoridades italianas hasta los límites -y más allá- de lo legal", explica Matteo de Bellis, investigador de Amnistía Internacional en Italia. "Las naciones europeas pueden ser capaces de expulsar a la gente de su territorio, pero no pueden eludir sus obligaciones bajo el derecho internacional. Las autoridades italianas deben poner fin a las violaciones y garantizar que las personas no sean devueltas a países donde corren el riesgo de ser perseguidas o torturadas", concluye.

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