El expresidente de Argentina, Alberto Fernández, renunció el miércoles como máximo titular del Partido Justicialista (PJ, peronista), luego de que un fiscal lo imputara por presuntas lesiones graves y amenazas a su expareja Fabiola Yáñez, informaron medios locales.

"En el marco de la denuncia por presunta violencia de género a partir de la cual estoy siendo investigado en la Justicia Federal, vengo a elevar mi renuncia indeclinable", escribió el exmandatario (2019-2023) en un mensaje remitido a Gildo Insfrán, apoderado del partido.

En su escrito, Fernández afirmó que toma esta decisión "con el único propósito de no involucrar al partido" en el que siempre militó "en los hechos que falsamente" se le "endilgan".

"Deseo que ninguna esquirla del linchamiento mediático al que estoy siendo sometido pueda lastimar a este partido en el que militan hombres y mujeres que tanto hicimos por la igualdad de géneros y respeto a las diversidades", alegó.

Fernández, quien presidía el PJ desde marzo de 2021, insistió en que los hechos que se le imputan "son falsos", por lo cual tiene su "alma lastimada por tanto escarnio" y se siente "víctima de una cruel operación que también lastima a mis hijos".

El federal Ramiro González, a cargo de la investigación abierta por la denuncia contra Fernández impulsada por Yáñez por supuesta violencia machista, imputó este miércoles al exmandatario de los delitos de lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo, y por darse en un contexto de violencia de género y de amenazas coactivas en perjuicio de su expareja.

Con esta acusación, el procurador solicitó recabar las primeras pruebas en el marco de la denuncia presentada a partir de fotografías y conversaciones halladas por la Justicia en el teléfono de la secretaria de Fernández, como parte de una investigación por presunta corrupción en la contratación pública.

En su dictamen, el fiscal afirmó que Yáñez "sufrió una relación atravesada por hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas en un contexto de violencia de género e intrafamiliar", asentado "sobre una relación asimétrica y desigual de poder que se ha desarrollado a lo largo del tiempo, la cual se vio acrecentada exponencialmente por la elección de Fernández como presidente", en 2019, y "el ejercicio del cargo" hasta diciembre pasado.

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