Joe Nathan James, de 50 años, fue sentenciado a muerte en 1996 por el asesinato de su exnovia, Faith Hall, de 29, en 1994. Ambos mantuvieron una corta relación y él se obsesionó con ella, persiguiéndola y acosándola, después de que ella rompiera con él. Finalmente, la mató a tiros. James fue condenado a la pena capital por este asesinato.
Tras décadas entre rejas, James suplicó a la Corte Suprema de Estados Unidos, a través de su letrado, que detuviera su ejecución "de acuerdo con los deseos de los familiares de la víctima". "Las víctimas y sus familias son lo más importante en nuestro sistema judicial y merecen ser escuchadas respecto al castigo de sus victimarios", arguyó el abogado de James en una apelación ante el alto tribunal.
"No somos Dios"
Y es que los familiares de la víctima se oponían a aplicar la pena de muerte. Las hijas de Faith Hall, que tenían seis y tres años cuando su madre fue asesinada, dijeron que querían que se le perdonara la vida a James. "No quiero seguir adelante con esto. No somos Dios", dijo Terryln Hall, de 42 años, a la cadena CBS. También su hermana se oponía al castigo máximo: "El ojo por ojo nunca ha sido una buena premisa para la vida", dijo Toni Hall.
Un comunicado firmado por familiares y amigos de Faith Hall resume su posición ante la aplicación de la pena capital a James: `Hoy es un día trágico para nuestra familia. Tenemos que revivir el dolor que esto nos causó hace mucho tiempo. Esperábamos que el estado no se cobraría una vida sencillamente porque otra vida nos fue arrebatada. Nosotros hemos perdonado a James por sus atrocidades hacia nuestra familia. Rogamos a Dios que nos permita encontrar consuelo después de hoy y que, algún día, nuestro criminal sistema de justicia escuche los ruegos de familias como la nuestra, aunque eso significe ir en contra de lo que el propio estado desea'.
Ocho ejecutados en EE. UU. en 2022
La oposición de la familia no ha bastado, sin embargo, para detener la ejecución de James. Según la oficina del fiscal general de Alabama, a las 21:27 horas del jueves (28.7.2022), se reportó la muerte del condenado mediante una inyección letal.
En un comunicado, el fiscal general de Alabama, Steve Marshall, dijo que se había "hecho justicia". "Joe James fue sentenciado a muerte por el atroz acto que cometió hace tres décadas: el asesinato a sangre fría de una joven madre inocente", expresó. Con Joe James, ya son ocho las personas ejecutadas en Estados Unidos en lo que va de 2022.