Una adolescente murió tras dispararse con el arma de un agente durante un forcejeo en una comisaría del estado de California, en el oeste de Estados Unidos, informaron las autoridades este lunes.
El incidente ocurrió el domingo por la noche luego de que la adolescente tocara en la puerta de entrada de la estación del sheriff del condado de City of Industry, a unos 50 kilómetros de Los Ángeles.
Cuando los agentes de turno le abrieron "la menor de edad se abalanzó hacia el vestíbulo, alcanzó el arma de fuego enfundada del delegado (del sheriff) y se apoderó de ella", detalló un comunicado del Departamento del sheriff de Los Ángeles.
"Se produjo un forcejeo entre los agentes y la menor, quien iba dotada del arma del delegado. Durante el forcejeo, la menor sufrió una herida de bala autoinflingida", acotó la nota.
Tras atender la emergencia, los paramédicos declararon su muerte en la misma escena del incidente.
Las autoridades no revelaron la identidad ni la edad de la adolescente, pero dijeron que era de origen hispano.
El caso está siendo investigado, pero las autoridades insisten en que "no es un incidente que involucre a un delegado disparando".
De acuerdo con informaciones preliminares, el incidente derivó de una llamada por un altercado familiar a la cual la comisaría había respondido poco antes.
Las autoridades ofrecieron la tarde de este lunes más detalles sobre esta llamada.
"El representante de la menor informó que ella sufría una aparente crisis de salud mental", detallaron.
"Los delegados acudieron al lugar pero la menor ya se había marchado".
La comisaría y la casa donde se encontraba la joven están a casi dos kilómetros de distancia.
Encuentros violentos entre la policía y civiles son comunes en Estados Unidos.
Más de 1.100 personas murieron por disparos de policías en los últimos 12 meses, según un conteo del diario The Washington Post.
El debate sobre la labor policial, al igual que el relacionado con el porte y el uso de armas, divide a Estados Unidos.
En 2020 y 2021, disparos fueron la principal causa de muerte en niños y adolescentes en Estados Unidos, de acuerdo con números oficiales.
Aunque encuestas marcan que la opinión pública defiende regulaciones más estrictas, el poderoso lobby de las armas de fuego y una tradicional cultura armamentista han dificultado las acciones en el Congreso.