Sherpa, el Colectivo de la Acusación Particular por Ruanda e Ibuka formalizaron su demanda al banco francés BNP Pariba, ante el decano de los jueces de instrucción del Tribunal de Gran Instancia de París por los cargos de complicidad con genocidio, con crímenes contra la humanidad y con crímenes de guerra en relación con una venta de 80 toneladas de armas que se hizo pese al embargo que había decretado la ONU.
Marie Laure Guislain, responsable del contencioso para Sherpa, explicó que, de acuerdo con los elementos en su poder, "BNP Paribas fue la única entidad financiera que aceptó transferir 1,3 millones de dólares desde la cuenta del Banco Nacional de Ruanda, en pleno embargo de Naciones Unidas, a una cuenta suiza de un negociante de armas sudafricano".
En concreto, hubo dos pagos de 592.784 dólares y 734.099 dólares a una cuenta de la Unión Bancaria Privada de Ginebra para Petrus Willem Ehlers -antiguo secretario del primer ministro sudafricano Pieter Willem Botha- que, de acuerdo con los autores de la querella, fueron validados por el banco francés cuando otras entidades se habían negado a hacerlo.