La organización argentina Abuelas de Plaza de Mayo anunció este miércoles que fue hallado el nieto 132, apropiado durante la dictadura argentina (1976-1983), hijo de una trabajadora secuestrada en 1976 en Tucumán (norte) cuando él tenía 9 meses, y cuyo padre aún no ha sido identificado.
"Hoy lo abrazamos como nuestro nieto 132. Es un rompecabezas que nunca se termina de completar. Se inicia un nuevo camino para poder dar con su verdadero padre", dijo en conferencia de prensa la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, de 92 años.
El hombre de 47 años, llamado Juan José, siguió por zoom desde Tucumán la rueda de prensa realizada en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, donde funcionó el centro clandestino de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada (ExESMA). Se le vio a través de una pantalla gigante, pero problemas técnicos impidieron que pudiera hablar y responder preguntas.
Carlotto precisó que el juzgado federal 1 de Tucumán le informó este miércoles a Juan José "que no es hijo de quien lo crió y confirmó que efectivamente fue víctima de sustracción, ocultamiento y sustitución de identidad en el marco del terrorismo de Estado".
Familia diezmada
Juan José es hijo de Mercedes del Valle Morales, quien tenía 23 años cuando fue secuestrada y desaparecida el 20 de mayo de 1976 en Tucumán, a 1.300 km al norte de Buenos Aires. Ella trabajaba en una finca cuyos dueños criaron a su hijo como propio.
Junto a ella fueron secuestrados los abuelos maternos de Juan José y cuatro días más tarde sus tres tíos. Todos fueron desaparecidos durante la dictadura.
El nieto 132 comenzó la búsqueda de su identidad en 2004, luego de que murieron sus apropiadores y sus hermanos de crianza le contaron que no era hijo biológico de esa familia y le entregaron su documento de identidad original.
Tras una investigación documental y estudios de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos, en 2008 pudo saber que era hijo de Mercedes del Valle Morales, quien figuraba entre los desaparecidos de la dictadura. Luego, dejó su perfil genético ante el Equipo de Antropología Forense (EAAF), que tiempo después logró identificar los restos de su madre en el Cementerio del Norte de Tucumán.
Sin embargo, no se le podía contar como un niño apropiado hasta no confirmar si quien lo había criado era su padre biológico, para lo cual hubo que exhumar el cuerpo. El resultado filiatorio negativo se confirmó este miércoles.
"Se inicia un nuevo camino para poder dar con su verdadero padre. La causa seguirá abierta", señaló Carlotto.
Abuelas de Plaza de Mayo aún busca a unos 300 hombres y mujeres, cuyas edades rondan los 45 años, que viven con la identidad falseada, nacidos durante el cautiverio de sus madres luego desaparecidas, o secuestrados de bebés junto a ellas. Pero este caso no estaba contabilizado entre los buscados por Abuelas.
Esta es la segunda resolución de un caso de robo de bebés y apropiación de identidad durante la dictadura que anuncia Abuelas en la última semana, luego de tres años sin hallazgos.
"Resolvimos un nuevo caso y cerramos en 2022 con más verdad", destacó la dirigente humanitaria. "Por un 2023 con más encuentros, más verdades y más identidades", cerró.