-¿Cómo has visto el liderazgo de Boric en esta gira internacional?
-Este es su segundo viaje internacional, el primero fue a Argentina, que es un país vecino, donde hay cercanía ideológica e incluso humana con el presidente Fernández. Entonces creo que el verdadero primer viaje inaugural de Boric es este, porque reviste una importancia especial. Es propiamente el debut de Boric en el escenario global.
-¿Qué causa interés?
-Está entre los jefes de Estado o Gobierno más jóvenes del mundo, junto a la Primera Ministra de Finlandia, Sanna Marin. De ese generación menor de 40 años, Boric es el más nuevo; causa mucha expectación su presencia. Además, Chile vive un proceso constituyente que también genera interés.
-¿Qué señal entrega al comenzar por Canadá?
-Ha sido un acierto que comenzara con una visita a Canadá, un país con el cual Chile tiene una muy buena relación, un tratado comercial modernizado hace no tanto tiempo. Además, Canadá es un inversionista importante en Chile, un partner en la Alianza del Pacífico, donde Canadá quiere incorporarse. Es un país que integra el TPP11. Como decisión estratégica, haber hecho esta escala en Canadá y pasar un día con Justin Trudeau, me parece muy buena elección y muy relevante.
-¿Qué ha llamado la atención de sus declaraciones?
-Es importante recalcar que en su primer día, tuvo una cuña: “El estado de bienestar no se puede financiar sin el sector privado”. Eso también es una buena señal, que va en la línea de tranquilizar a los inversionistas extranjeros. Yo pondría una buena nota a las decisiones tanto respecto de la organización de la gira, como del libreto, que en general me parece cuidado. Se está poniendo atención a las relaciones económicas internacionales.
Al mismo tiempo, el subsecretario José Miguel Ahumada, dijo que hay que consensuar una estrategia que fortalezca el comercio y las inversiones regionales.
-En el fondo, ¿Ahumada retrocedió sobre su postura de revisar los tratados?
– Al decirlo no está teniendo una postura negativa a las inversiones, ni menciona la revisión de los tratados. Entonces mi impresión es que el feedback que recibió de su propuesta inicial de una consulta fue negativo y transversal. Y a raíz de eso se está corrigiendo el rumbo con señales tranquilizadoras.
-¿No ha habido errores?
-Hay un pequeño problema de protocolo diplomático, porque el presidente Boric en una conferencia con Trudeau dijo en inglés que estamos aquí para aprender el uno del otro, dando a entender que Trudeau podría aprender de él. Es algo lingüístico, quizá no era lo que quería decir. Pero hay que tener cuidado con eso, porque cuando viajó a Argentina uno de sus pronunciamientos se interpretó como que él tenía interés de mediar en el conflicto de las Malvinas. Probablemente no fue la intención del Presidente Boric, pero esa lectura llegó a Londres. Esas son cosas que pueden ocurrirle a un presidente que comienza, pero en general hay que tener cuidado con todas las palabras. Porque pueden tener distintas lecturas.
-¿Por qué crees que vale la pena esta Cumbre y que Boric participe de ella?
-Esta Cumbre vale muchísimo la pena, porque no es una cumbre normal: estamos en un mundo que ha cambiado después de la guerra en Ucrania. Si no hubiera guerra, esta sería una cumbre más. Pero ahora es un mundo diferente, donde, por ejemplo, el tema alimentario es importante para todas las regiones, incluyendo el continente americano.
-¿De qué manera ese tema puede abordarse de manera internacional?
-Hace poco, en la OEA, Perú logró una resolución para que el tema de los fertilizantes sea considerado de seguridad nacional. Porque hay muchos países de nuestro continente que dependen de fertilizante ruso o bielorruso o ucraniano. Sin fertilizante las cosechas ya se están reduciendo en Perú sustancialmente. Y los ganaderos están vendiendo sus animales.
-¿Qué solución podría buscarse?
-Es totalmente factible pensar en una unión parecida a como existió respecto de las vacunas, con un componente de solidaridad, respecto a la provisión alternativa de fertilizantes, sobre todo en el hemisferio sur, porque hay plazo hasta septiembre para conseguir fuentes alternativas. Canadá por ejemplo es un gran productor de fertilizantes. Chile también produce fertilizantes. Esto no es menor, porque efectivamente la falta de alimentos podría derivar en nuevos movimientos migratorios. Además del cambio climático y la pandemia, es posible que los países se pongan de acuerdo, más allá de las ideologías, en cosas muy concretas como la provisión alternativa de fertilizantes.
-Boric lamentó la ausencia de Venezuela, Cuba y Nicaragua. ¿Cómo fueron recibidas esas palabras?
-La canciller y el presidente han señalado -y tienen razón- que la exclusión no ha dado resultados. Pero el anfitrión tiene derecho de invitar a quien le parezca. En el caso de Venezuela, EEUU reconoce como presidente a Juan Guaidó. Respecto de Nicaragua los estándares que han sido violados por Daniel Ortega son los más graves de todos. La situación se ha degradado. Chile hizo el punto de que hubiese sido bueno invitarlos de todas maneras, porque hay motivos de cooperación internacional importantes.
-¿Hay algo de chovinismo en pensar que Boric genera mucho interés afuera o es verdad?
-Boric genera curiosidad, siendo un presidente muy joven, que no se esperaba que ganara. Hay curiosidad internacional por conocerlo. También es importante que Boric haya dicho que él no es el nuevo Nicolás Maduro. Está mostrando cartas, como cortejar a la inversión extranjera, que son propias de la socialdemocracia moderna. Eso es interesante, pero también es muy pronto para formarse opiniones, porque la instalación del presidente ha sido intensa. Y esta instalación va al mismo tiempo que se finiquita el texto constitucional y todavía no se sabe si va a recibir el apruebo mayoritario.
Desde ese punto de vista, no es chovinismo que se hable del interés que despierta Boric. Sin duda todavía hay algo que no termina de cuajar: qué es lo que va a pasar con el proceso constitucional. Y la alianza que Boric ha forjado para gobernar, cuál es su durabilidad, también es incierto. Todas las luces que pueda dar, sobre el país, el proceso, llaman la atención afuera.
-¿Esta gira potencia su imagen?
-Seguramente el presidente va a recibir muchas más invitaciones, ya que esta primera invitación ha resultado tan buena, tan interesante. Además verlo con prestancia cumpliendo su rol, ha sido llamativo. Por ejemplo no me extrañaría que su próxima invitación sea a la cuenca del Pacífico, que es el nuevo escenario donde se va a jugar a nivel mundial esta bipolaridad imperfecta entre China y EEUU.
Tendría sentido que una nueva invitación fuera a Nueva Zelandia y Australia, sobre todo NZ porque el presidente y la subsecretaría de relaciones económicas internacionales, ha hecho mención de NZ como un modelo. Es otro país que pertenece al TPP11. Hay una afinidad en cuanto a intereses, además del manejo del tema indígena, que es algo que le interesa al Presidente.
-¿Desde cuándo no se veía un presidente chileno que causara tanto interés?
-La Presidenta Bachelet fue extremadamente popular y querida. Fuera de Chile siempre causó mucho interés y eso explica también que haya llegado al cargo que tiene ahora. Bachelet fue considerada para ser candidata a secretaria general de la ONU. Y también Ricardo Lagos generaba mucho interés y respeto. No es necesario retrotraerse a Allende.