-¿Qué representa par ti la salida de Jeannette Vega del gabinete?
-La vi como una salida imprescindible del gobierno, un cambio de actitud con respecto a la cantidad de errores en los últimos 5 meses. Era imprescindible dado el error de Jeanette Vega. Pagó su audacia.
-En el PPD dijeron lo contrario. Que ella solo llevó a cabo la orientación que se instruía desde el Ejecutivo, de abrir todas las puertas al diálogo en la Macrozona Sur.
-Cometió una imprudencia. Pedirle a su jefa de comunicaciones que se contacte telefónicamente con el principal líder político militar de Chile. Increíble. Además el Presidente dijo que no sabía, (Manuel) Monsalve dijo lo mismo… No pues, no se puede así.
-De todas formas la relación del PPD con el gobierno quedó dañada. ¿Cuán profundo es el desarraigo del partido con la administración Boric?
-El PPD se siente poco integrado al gobierno, parte del segundo círculo, no del primero. Y si eso lo llevas al parlamento eso se exacerba. La mejor demostración es que los 6 independientes PPD al no ser invitados a Cerro Castillo por el Presidente –a reuniones que el Mandatario sostuvo con los parlamentarios de cada partido político- estimaron salirse de la bancada
-¿Fue un error del Presidente no incluirlos?
-¡Obvio! Entiendo la lógica de que había que invitar a los militantes. Pero el PPD tiene su propia cultura. De los 9 diputados, 6 son independientes. Y de los 6 senadores, 3 son independientes.
-¿Quedó un diálogo pendiente del PPD con Boric para después del plebiscito?
-Claro. Va a depender del resultado, de los márgenes, de la nueva fase que se inicie. Por lo demás, nosotros le presentamos al Presidente cuál es el camino que consideramos correcto en caso de ganar el Apruebo y también uno en caso de ganar el Rechazo. En ese sentido, el PPD ha sido bastante avanzado porque puso el tema “Aprobar y después mejorar” y ahora puso las opciones del 4 de septiembre en la noche.
-Esperas que se empareje la cancha de las 2 coaliciones al interior del Gobierno.
-Las dos coaliciones, Apruebo Dignidad y la Social Democracia, no están en el mismo nivel. Apruebo Dignidad tiene cierto predominio sobre la otra.
-¿Cuánto de ese equilibrio depende del resultado del plebiscito?
-Todo está relacionado al resultado del 4 de septiembre. Al gobierno le quedan 3 años y medio y hay que ver cuál va a ser la percepción y autocrítica de la derrota, cuál va a ser el efecto político al interior del gobierno en caso de que triunfe el Apruebo o el Rechazo. La variable del resultado es clave, incluso planteándolo desde el punto de vista del gabinete.
-¿Por qué?
-Te pongo un ejemplo. Y esta es mi opinión. Si gana el Rechazo, el Presidente va a tratar de equilibrar las fuerzas entre el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad. Los derrotados vamos a ser todos, pero el principal Apruebo Dignidad, por la posición que tuvieron en la Convención, por los maximalismos, los errores que le dieron jugo a la derecha. Hay que analizar después, si no gana el Apruebo, cuál fue la razón por la que perdimos 30 puntos en un año y medio. Si gana el Apruebo será al revés. Apruebo Dignidad va a decir: “Ven que teníamos razón y ustedes querían aprobar para mejorar…”.
-Los estudios de opinión dan una amplia ventaja al Rechazo. ¿Crees que la suerte ya está echada para el plebiscito?
No, a esta altura, a 8 días de la elección, depende de 2 variables. La cantidad de jóvenes de entre 18 y 29 años que voten, a favor del Apruebo si son más, y si el mundo popular va a votar. Te voy a poner un ejemplo. En promedio, en las últimas elecciones con voto voluntario en Vitacura en promedio de 100, votan 88. En La Pintana, de 100 votan 43.
El Apruebo tiene una chance. Y veo esa chance vinculada a una cosa que yo no veía hace años, que es la capacidad territorial de movilización de los partidos de gobierno. He estado como en 20 actividades en terreno. Y eso no lo veía hace muchos años. Tiene que ver con las estructuras (partidarias), que con todo lo débiles, que son aún existen.
-¿Cuánto impacta en el gobierno y la campaña el telefonazo a Llaitul? Algunos analistas han planteado que se trata de la peor crisis que ha enfrenado La Moneda, al dejar muchas interrogantes.
-Creo que esta es una mini crisis, porque pedirle la renuncia a un ministro es parte de la vida no más. No creo que impacte mucho. Está muy politizado el tema, desde el punto de vista del interés ciudadano, entonces no. Y si hubiera impacto es equilibrado (…) aquí el Presidente ha demostrado autoridad, que, creo, era una de sus principales debilidades frente a la opinión pública. Y demostró autoridad. Demoró 4 horas y sacó a la ministra.
-En la oposición crearán una comisión investigadora, afirman que existen preguntas sin respuestas, cabos sueltos tras el llamado a Llaitul.
-¡Era obvio! ¿O le vas a pedir peras al olmo? No, es así no más, hay que acostumbrarse. La lucha política es así.
-¿Cuál es tu fórmula ideal para el post 4 de septiembre si triunfa el Rechazo?
-Fui parte de esa conversación en el PPD. Y yo creo que si perdemos lo más rápido es (instalar) la Convención, saltándose el plebiscito y aprendiendo de la Convención anterior. 100 (representantes) en vez de 155; paritaria, escaños reservados de acuerdo a la votación del porcentaje total de la población; lista única nacional y cerrada para que haya disciplina; incorporación de independientes y de expertos técnicos en esas listas. Hay que aprender de cómo hacer que las cosas funcionen mejor.