Qué observar. El Presidente Gabriel Boric tuvo su estreno global en su reciente visita a Canadá y Estados Unidos, entre el 6 y 10 de junio, en el contexto de la IX Cumbre de las Américas.

  • Aunque sus discursos fueron bien evaluados por inversionistas, en círculos diplomáticos la gira fue considerada bochornosa por una serie de errores cometidos por el Presidente. El episodio de John Kerry es sintomático del debilitamiento de la figura de la propia canciller, Antonia Urrejola. Fue el jueves, cuando al presentar una enorme iniciativa regional por los corredores oceánicos, Boric no solo olvidó que tenía a Kerry a un par de puestos de distancia en la testera, sino que injustamente criticó la ausencia de Estados Unidos en ese mismo foro.
  • La canciller Urrejola acompañó al Presidente, pero debió asumir los errores por el episodio con John Kerry y quedó opacada por el protagonismo que adquirió Lucía Dammert. Resumen esa relación como “fracturada” y algunos dicen que es “insostenible”.
  • La jefa del Segundo Piso de La Moneda ha adquirido una influencia estratégica en las decisiones de política exterior. Uno de sus asesores es Carlos Figueroa Salazar (nieto del exministro del Interior Carlos Figueroa), quien en todo caso cumple funciones ejecutivas antes que estratégicas.
  • De acuerdo con diversos personeros consultados por este medio, varios de ellos presentes en la gira, el diseño que intentó delinear la Cancillería quedó subsumido a numerosos errores del Presidente. En Cancillería consideran que esos errores son responsabilidad del Segundo Piso, que ha intentado que Boric mantenga parte de su perfil crítico con Estados Unidos, en la lógica del poder “imperialista”.
  • No existen las mismas críticas en relación con el desempeño de Boric ante los inversionistas. En ese ambiente –alejado de las áreas de acción del Segundo Piso y que quedó más concentrado al amparo de Cancillería y del Ministerio de Economía en esta ocasión–, el Presidente recibió más elogios. De todos modos hay preocupación por la Convención Constitucional.

Quién manda en política exterior. Entre los diplomáticos saben que todos los gobiernos vienen con equipos que pueden acentuar un área en particular. En este caso, ya detectaron que si necesitan llegar con mensajes directos al Presidente, pasar por Lucía Dammert da un pasaje efectivo.

  • De hecho, varios de los presentes estos días en Canadá y California se sorprendieron de que distintos asesores en relaciones internacionales debían comunicar sus objetivos a Dammert incluso antes que a la canciller.
  • Un alto funcionario chileno confirma a Ex-Ante que “sí es importante hablar con Lucía Dammert. Tiene buen network. Sabemos que la principal persona asesora en materia internacional es la canciller, pero pasa por Dammert da un plus”.
  • Otra persona chilena presente en la cita dice que sorprendió que Chile fallara en numerosos protocolos, que son disposiciones que existen para dar orden en estos eventos. En general, esa falla se debía a que cuando se sientan personas a una mesa de negociación, existe una determinada jerarquía que todos entiendan. En ocasiones, que Lucía Dammert apareciera sentada al lado de la canciller confundía a las contrapartes.
  • Varios recuerdan a Benjamín Salas Kantor, el influyente asesor de relaciones internacionales que Sebastián Piñera tenía en La Moneda. Salas era entonces más influyente que el primer canciller de la era Piñera, Roberto Ampuero, aunque su poder disminuyó en términos relativos tras la salida de Ampuero.

El episodio de la exclusión. Distintas fuentes involucradas en la gestión y ejecución de esta gira que conversaron con Ex-Ante –bajo condición de anonimato– revelan que la política exterior de Chile reflejó “amateurismo” ante los otros gobiernos, y en especial ante Estados Unidos.

  • Uno de los elementos centrales de la molestia norteamericana se vincula con un compromiso que habría tomado la Cancillería con el Departamento de Estado: que las críticas a Estados Unidos por haber excluido de la cumbre a los gobiernos de Nicaragua, Venezuela y Cuba se haría una vez, y antes de la asistencia a la cumbre. Y hasta el domingo pasado, todo había funcionado de esa manera. Ya en Canadá, se refirió al asunto: “La exclusión no es el camino […] Creemos que es un error y lo vamos a decir”, planteó el Mandatario.
  • Esa misma tarde, la propia canciller Urrejola pidió pasar la página sobre el tema. “Tanto el propio Presidente como yo, en distintas entrevistas, ya nos hemos referido a eso”, dijo la ministra en entrevista el lunes 6 con radio T13. “A un día de la cumbre, lo que toca ahora es pronunciarnos es sobre los temas de fondo y no sobre quiénes son los invitados y quiénes no”.
  • En días posteriores el asunto no sólo se reiteró, sino que Boric lo incluyó como parte de sus puntos críticos en el discurso ante el foro de líderes en la Cumbre.
  • A la larga, en todo caso, la decisión de Washington afectó el desarrollo de la cumbre dado que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, decidió no asistir en solidaridad. Tampoco fueron los presidentes de El Salvador, Honduras y Guatemala.

El episodio Kerry. Uno de los elementos que rápidamente escalaron a nivel diplomático fue el mal manejo del equipo presidencial en el lanzamiento de una coalición de nueve países para el resguardo del océano.

  • El “ninguneo” del Presidente Boric a John Kerry, una figura globalmente conocida, provocó un gran problema a la delegación diplomática. El demócrata Kerry (exsecretario de Estado, excandidato presidencial, exsenador) no solo es el emisario a más alto nivel designado por Joe Biden en la lucha contra el cambio climático, sino que fue pieza fundante de la política de protección de los océanos en Estados Unidos. De hecho, compartió esos lazos con la segunda administración de Michelle Bachelet, en especial con el entonces canciller chileno, Heraldo Muñoz, y con Marcelo Mena (subsecretario y luego ministro de Medio Ambiente).
  • Además, para los equipos que llevan años trabajando en materia ambiental en Estados Unidos y otros países en la región, Gabriel Boric y su delegación eran prácticamente desconocidos. La única persona que sí es destacada es la científica Maisa Rojas, actual ministra de Medio Ambiente, cuya ausencia de la gira consideraron inexplicable.
  • En la propuesta del corredor oceánico tuvo una labor destacado otro chileno: Max Bello. Su figura es apreciada en forma transversal, fue el Champion de los Océanos en la COP26 y tiene experiencia colaborando con numerosos gobiernos en la región. Su apoyo fue estratégico para que la Cancillería posicionara a Boric al centro de la testera donde se lanzaría la iniciativa, pero a juicio de una persona que estuvo en el lugar fue muy mal evaluado por los cuerpos diplomáticos presentes.
  • En su intervención, Boric conminó a Estados Unidos, “que no está aquí presente”, y a otros países, “que tienen el deber de hacer más esfuerzos”. Minutos después, cuando recibió un papel que le indicaba que EE. UU. sí estaba representado por John Kerry, interrumpió la actividad para reconocer su error.
  • Un observador del desempeño presidencial en este episodio lo analiza así: “No saber que EE. UU. es uno de los principales promotores de la protección oceánica, indica que no sabes nada. Boric asumió un liderazgo autoproclamado. Se le fue servido un plato, y no conocía los ingredientes con Kerry como uno de los emisarios más importantes. Si quieres ser el gobierno ecológico, tienes que saber quiénes son los actores”.
  • Según al menos dos testigos del episodio, distintos asesores de la Cancillería se disculparon ante sus pares del Departamento de Estado. Las disculpas fueron agradecidas.
  • Además, Boric olvidó mencionar el rol de Michelle Bachelet como una de las pioneras en la protección oceánica.

La cita con Biden. En un comienzo, Gabriel Boric se reuniría con Joe Biden el jueves a las 4 de la tarde. Por algún motivo, al final se pospuso para las siete de la tarde de ese día.

  • La conversación giró en torno a materias ya acordadas, como la lucha contra la inflación y el pacto tributario global para tener un piso de impuestos a los mayores patrimonios. Pero lo que más llamó la atención en los círculos diplomáticos es la exigencia de Chile de ser “tratados como iguales”, mensaje sobre el cual en todo caso la propia canciller –presente en la cita–profundizó.
  • En el Departamento de Estado han comentado a sus pares chilenos que causa extrañeza ese tipo de mensajes, dado que Chile goza de un trato preferencial con el TLC y con la Visa Waiver. Y eso lo vinculan con la presencia del subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada, quien ha sido un abierto crítico de aquel TLC y, sobre todo, de la política “imperialista” de EE. UU.

La planificación fue deficiente. La visita de Boric a una serie de encuentros con empresarios, tanto en Canadá como en Estados Unidos, se planificó en algunos casos con apenas dos semanas de antelación. Varios de los organizadores de esos encuentros comentaron a Ex-Ante que estaban muy extrañados del escaso nivel de preparación, algo a lo que no estaban acostumbrados con gobiernos anteriores.

  • Hubo dos reuniones que reflejan los problemas. El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, había manifestado su interés por conocer a Gabriel Boric, pero desde Presidencia no manifestaron reciprocidad. Al final sí hubo cita, pero gatillada a última hora. Tanto así que el propio alcalde debió excusarse en un momento porque tenía que ir a votar a las primarias en su ciudad.
  • Un personaje a quien Boric se quedó sin conocer fue a Gavin Newsom, el gobernador de California. Pese a que había interés del gobernador, Presidencia no lo consideró. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, sí aprovechó la ocasión. Al final, la canciller Urrejola y el embajador de Chile en EE. UU., Juan Gabriel Valdés, se entrevistaron con Newsom. Para quienes saben del manejo de las relaciones diplomáticas, California es fundamental para Chile –y en particular para un gobierno de izquierda– por tratarse de la mayor economía dentro de EE. UU., por su perfil demócrata, por contar con universidades adonde asisten miles de chilenos y por su conocida agenda verde.

Las dos almas. Esta serie de desencuentros reflejan un problema más profundo. “Hay una contradicción entre el intento por asegurar la estabilidad de Chile como un destino para la inversión extranjera, y al mismo tiempo tal vez una necesidad ideológica por parte del Presidente por reiterar una visión excesivamente combativa respecto de Estados Unidos”, comentó la analista y experta en derecho internacional Paz Zárate el mismo viernes, en Canal 13. “En términos internacionales Chile no es un considerado un país maltratado. Por el contrario, Chile se destaca por su capacidad negociadora”.

  • En relación con la demanda de Boric a Biden de querer un trato de igual a igual, Paz Zárate comentó: “¿Y cuándo no se ha tratado a Chile como un igual? Entonces, hay una cierta tensión en esta coalición acerca de si somos pragmáticos y tratamos de solucionar problemas y temas concretos, o más bien este discurso que es excesivamente combativo con nuestros socios. Las dos almas de la coalición impactan en la política exterior”.

El rol de Urrejola. Al nombrarla, Gabriel Boric le encargó a Urrejola encabezar un ministerio con la denominada política exterior “turquesa”, que se vincula con el cuidado del medioambiente y la protección de los océanos. También su labor apunta a una política exterior “feminista”.

  • De hecho, ante distintas delegaciones Boric aparecía rodeado de la canciller Urrejola y de Dammert. Por ejemplo, en la reunión bilateral con Argentina, ambas estaban una al lado de la otra.
  • Pero otro de los elementos que llaman la atención es que la política ecológica que debería llevar adelante Urrejola choque con una mirada más parecida a los países Alba, que son más dependientes de los recursos fósiles.

Controversias previas. Las disputas sobre qué política exterior priorizar provienen incluso desde la campaña, cuando el comando habló de “revisar” los tratados internacionales. Los especialistas en política exterior ya entonces alertaron –internamente–que el equipo de Boric daba muestras de “ignorancia” en el funcionamiento de las negociaciones internacionales y de la diplomacia.

  • Luego de que el entonces comando saliera a “aclarar” que hablaban de “modernizar” los tratados –lo que volvió a ser criticado, pues esa es una práctica permanente–, la inquietud reapareció posteriormente, cuando el ya Presidente electo nombró a José Miguel Ahumada como subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei). Es el puesto de quien debe precisamente negociar y modernizar los tratados internacionales, pero no vía imposición, sino en conversación con los propios socios comerciales.
  • Ahumada se transformaba así en un contraste con la figura de la canciller. Urrejola, una especialista en derecho internacional de los derechos humanos y derechos de los pueblos originarios, es cercana a la ex Concertación (apoyó en el programa de Michelle Bachelet 2) y es crítica de las dictaduras de la región.
  • Ahumada, en cambio, ha hecho carrera académica de alto nivel pero no tenía experiencia alguna en diplomacia. Él ha sido particularmente crítico del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y está entre quienes usan con frecuencia la retórica del “imperialismo” que también utilizan los mismos regímenes autoritarios que Urrejola cuestiona.
Revisa este video también:
Publicidad