-¿Hay una crisis sanitaria por el alza de contagios de virus respiratorios? ¿Se está manejando mal el tema?
-El aumento de virus respiratorios en el país ha sido extraordinariamente alto, pero se veía venir. Hace mucho tiempo que el ISP está publicando datos preocupantes (y que están en la página web) que hacían prever un aumento importante de pacientes. Y tal como aprendimos en la pandemia, hay que prepararse porque un porcentaje de los pacientes va a requerir hospitalización.
Pero si como ministerio no estás atento a ese desafío, y no tienes las camas preparadas, te verás sobrepasado. En el Minsal hablan de tensión del sistema, o sea, una palabra bastante suave. Se podría decir que hay un colapso, pero esa palabra al gobierno no le gusta.
-¿Hay una sobre demanda de pacientes?
-Es cierto, porque la circulación de virus respiratorios ha aumentado enormemente. El año pasado teníamos 8700 casos diagnosticados por examen, a estas alturas, y ahora tenemos 18.700. O sea más del doble de 2022.
-¿Qué clases de virus son los que más han aumentado?
-En virus sincicial el año pasado a esta misma altura teníamos 2300 casos. Ahora tenemos 6500 casos. Con adenovirus es peor. El año pasado teníamos 640 casos y en este minuto, 2900, cinco veces más.
Por lo tanto, eso hacía suponer que iba a haber una sobrecarga en los servicios de urgencias pediátricos. Y eso se puede prevenir. Hay modelos matemáticos para calcular si tienes tal cantidad de exámenes positivos o de pacientes positivos, cuántos de esos pacientes van a caer en la UCI. Tienes que adelantarte, abrir camas UCI, que era lo que hacíamos nosotros, para evitar un paciente quede sin atención.
-¿Y ahora no se está haciendo eso?
-Desconozco si hay una un equipo de ingenieros, un equipo de matemáticos, de estadísticos que le están informando a la ministra: “Mire, ministra, ya tuvimos 500 casos, sabemos que un 10% de estos pacientes va a necesitar cuidados intensivos en diez días más. O sea, vamos a necesitar 50 camas más. Y entonces usted tiene que preparar el sistema”. Era lo que hacíamos nosotros, con Luis Castillo y su equipo, buscando clínica por clínica, hospital por hospital, solicitando camas.
-¿Esa parte de la gestión es lo que ha faltado?
-Sí, porque camas se pueden reconvertir, hay que buscarlas, hay que pedir la colaboración de otros especialistas. Si en nuestro gobierno logramos aumentar de mil a 4540 camas, ¿cómo no va a lograr el ministerio actual aumentar también las camas pediátricas?
-¿Quizá hay una distancia con el sistema privado?
-Nosotros trabajamos en conjunto con el sistema privado siempre y destacamos la colaboración público privada. Incluso, el sistema privado no podía cobrar más que lo que cobraba el sistema público, por lo tanto tampoco era un tema de mayor costo.
Hace poco el subsecretario Fernando Araos informó que se habían reanudado las conversaciones con el sistema privado. ¿Por qué no se hizo antes? Para nosotros, el sistema privado aportó una cantidad muy importante: 1700 camas durante la pandemia.
-El subsecretario de Redes Asistenciales dijo que las clínicas respondieron que no había camas disponibles.
-Yo no quiero criticar a Fernando porque ha sido una persona muy colaboradora con nosotros, en temas como el uso de pabellones, hospitalizaciones evitables. Es una persona amable, que no usó en el pasado frases despectivas en contra de nosotros, a diferencia de otros subsecretarios. Sé que está pasando por un momento difícil. Y por eso el Presidente Piñera dijo que nosotros estamos dispuestos a aportar nuestra grano de arena. Evidentemente que Fernando lo está pasando mal y lo lamento.
-¿Es normal que mueran niños pequeños en esta época, por este tipo de enfermedades o le parece excepcional? La ministra Ximena Aguilera dijo, sobre la niña de San Antonio: “Aunque hubiese habido una posibilidad de traslado era difícil que hubiera sobrevivido”.
-Me haces una pregunta que tiene un trasfondo ético muy importante. Lo que dijo la ministra de que el niño, aunque no haya podido ser trasladado, igual iba a fallecer, eso un médico no lo puede decir.
Un doctor no puede partir de esa premisa. Si yo llegara a decir eso, significa que tiro la esponja. Siempre hay gente que fallece todos los días por diferentes motivos, pero cuando tú tienes la tecnología, implementación, medicamentos, personal, buenas unidades de cuidados intensivos, lo que se trata justamente es de evitar que el paciente fallezca. Si tú dices que esto es lo habitual, no es aceptable.
-¿Qué le pareció el discurso de Boric en la cuenta púbica sobre salud? Destacó el problema de la salud mental.
-Me parece bien que el Presidente preocupe de ese tema. La salud mental en Chile requiere probablemente más inversión, más especialistas, más centros de atención. Él dijo que ya estaban construidos varios centros de atención mental, pero solamente hay uno.
-¿Faltó algo más?
-La balanza en salud en esta última cuenta fue bastante pobre. No se habló prácticamente nada de construcción de hospitales, entrega de centros de atención primaria, reforzamiento de la red. El foco no estuvo en salud.
-Mencionó el tema de las isapres.
-Cuando Boric habla de la ley corta de Isapre, dice que no va a haber perdonazos. Eso es un eslogan, una frase rimbombante. El Presidente había dicho: “Yo no voy a hablar con frases rimbombantes” y no lo cumplió. Boric pudo haber sido mucho más dialogante y decir: “Busquemos entre todos una solución a esta crisis. Para evitar que arrastre a todo el sistema de salud”. Eso no lo escuché.