La punta del iceberg. A comienzos de esta semana, la Fiscalía Metropolitana Sur formalizó a cuatro colombianos y un chileno por tráfico de drogas, tras el decomiso de 900 kilos de marihuana que llegaron a San Antonio desde los puertos mexicanos Lázaro Cárdenas y Manzanillo. El operativo reveló nexos de la banda con el Cartel Jalisco Nueva Generación, uno de los más grandes y violentos de México. La historia del caso refleja algo mucho mayor: cómo el crimen organizado se ha infiltrado en Chile y cómo la creación de pequeñas empresas, como la venta de venta de agua purificada y la importación de vajilla, y que cualquier persona puede comprar, puede tener un trasfondo desconocido.
- La banda fue formalizada el 13 de junio por el fiscal de Alta Complejidad y Crimen Organizado de la Fiscalía Metropolitana Sur, Francisco Carrasco. El nexo con el Cartel Jalisco Nueva Generación se debe a que el grupo enviaba por vía marítima la droga y ocupó dos puertos mexicanos, Lázaro Cárdenas y Manzanillo, que son controlados por esa organización criminal. Es una de las más grandes y violentas de México.
- En septiembre de 2021, el Observatorio del Narcotráfico que dirige Luis Toledo, jefe de Unidad de Tráfico de Drogas de la Fiscalía Nacional, reveló el avance de tres carteles internacionales en Chile: dos mexicanos, Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa, ligado a Joaquín “El Chapo” Guzmán, y uno colombiano, el Cartel del Golfo, del Valle de Cauca, en Colombia.
- En marzo de 2022 se sumó a la lista una cuarta organización criminal de origen venezolano con presencia en Chile desde 2018, el Tren de Aragua, luego que la PDI detuvo a sus brazos operativos. Este cartel venezolano se dedica al tráfico de migrantes, extorsiones y explotación sexual en Chile. También al tráfico de ketamina, la base con que se elabora el tusi.
Investigación a “a la antigua”. Una característica que describen policías y fiscales que investigan a las bandas extranjeras de crimen organizado que operan en Chile, es su bajo perfil muy distinto a la forma de operar de las bandas chilenas.
- A diferencia de los narcotraficantes chilenos, viven en pequeños departamentos, muchos de ellos en el centro de Santiago, y suelen ser “vecinos amables y discretos”. Ese fue, precisamente el caso de los extranjeros detenidos en la “Operación Azteca”.
- Tampoco compran autos de lujo ni ostentan sus ganancias. Pero también tienen otro elemento en común que revela experiencia y sofisticación: evitan usar teléfonos celulares y se reúnen en persona.
- Así, las técnicas de investigación en varios casos han tenido un giro. Ante la imposibilidad de realizar escuchas o pinchazos telefónicos, se hacen vigilancias estáticas y se trabaja con agentes reveladores, encubiertos e informantes.
- Asimismo, si en Chile a los testaferros se les llama coloquialmente “palos blancos”, la bandas extranjeras, en especial las colombianas, les denominan “padrinos”.
- “A diferencia de los traficantes chilenos, que son como maestros chasquillas y hacen todo, en estas los miembros de esas organizaciones tienen labores específicas, empiezan en la A y terminan en la B. El traficante chileno trae la droga, la entrega y la vende. Estos grupos no. Y ninguno sabe lo que hace el otro, son compartimentados”, dice el subprefecto Mauricio Fuentes, de la Brigada del Crimen Organizado de San Antonio.
Un sicario y el Cartel de Cali. La investigación que derivó en la “Operación Azteca” tiene varias aristas previas. Partió en 2018, cuando la Brigada del Crimen Organizado de San Antonio observó un movimiento nocturno inusual en el puerto: buzos se adentraban de noche al mar.
- Descubrieron que bajo la línea de flotación de un barco, que venía del Puerto Buenaventura de Colombia, buzos extraían desde las cajas de mar una especie de torpedos y sacos repletos de droga. En base a esa investigación hubo detenciones en San Antonio de nueve personas colombianas, que eran parte de la misma organización que fue formalizada esta semana.
- En paralelo hubo otro operativo en Puertecillo, en la Sexta Región, donde en una pequeña embarcación que estaba a punto de hundirse, se encontraron 850 kilos de marihuana. Hubo 16 detenidos. De ellos, 14 eran colombianos y dos chilenos.
- De esa operación derivaron dos hechos. El primero fue que uno de los involucrados huyó, y poco después fue asesinado en Colombia por un sicario que pertenecía a una fracción del ex Cartel de Cali. El segundo abrió una nueva arista para la PDI, pues quedaron varios flancos abiertos.
- Uno de esos flancos se transformó en una nueva investigación en 2019, una línea que se siguió hasta el 2022 y que derivó en la Operación Azteca.
Tres toneladas de droga. Fue el estallido social y la pandemia, cuenta el subprefecto de la PDI Mauricio Fuentes, que impidió que los buzos siguieran sacando droga de los barcos en San Antonio, porque la organización, pese a que ya había recibido un golpe policial, intentó seguir operando.
- Cuando los buzos no pudieron ingresar desde Colombia a Chile por el cierre de fronteras por la pandemia, la organización buscó una nueva forma de traer droga: la importación de cerámicas y porcelanatos desde México.
- Ese primer embarque de cerámicas a Chile fue en 2020. La PDI emitió una alerta a Aduanas y se revisó un primer contendor: tenía casi una tonelada de droga.
- Ese hecho generó una nueva alerta que permitió encontrar un segundo contenedor en el mismo barco. Y otros dos que venían en otra nave y que llegarían días después. En total, se incautaron $3.505 kilos de drogas.
- En esa investigación reveló que la organización había usurpado el nombre de dos conocidas empresas chilenas que venden materiales de construcción como su destino de venta. Incluso, una de ellas alertó que había contenedores con cerámica que no habían pedido.
- Sin embargo, hubo una falla en el anillo de seguridad. Si bien se incautaron los 3.505 kilos de marihuana, no se pudo detener a los receptores el cargamento.
Una empresa de fachada. Pese a esa frustración inicial, la sí policía individualizó a parte importante de la estructura que operaba en Santiago: siete colombianos. Y entre entre 2021 y 2022 hubo varios procedimientos que comenzaron a tocar a la organización.
- Uno de ellos fue la “Emisarios del Cauca”, de la Brigada Antinarcóticos del Aeropuerto, que detuvo algunos de sus miembros.
- Luego vino la “Operación Pirámide” de la PDI de Lo Barnechea, a comienzos de junio, donde se detuvo a uno de los líderes que también eran un blanco de la “Operación Azteca”: cayó el encargado de la distribución de la droga en Santiago.
- “Pese ese ese golpe, el grupo siguió operando”, dice el subprefecto Fuentes. Incluso, crearon una nueva empresa de venta de agua purificada que reparte botellas en Santiago. Estaba a nombre de la pareja de uno los colombianos que formalizado.
- El chileno detenido de la Operación Azteca es Sergio Aguayo (52). Fue quien se encargaba de la logística de la organización: contrataba los camiones que llevaban a la droga a dos bodegas en Colina.
- La droga, a su vez, llegaba dentro de la importación de vajilla mexicana que Aguayo vendía, además, en el sur de Chile.