El pasado sábado 24 de febrero falleció el hijo del artista nacional Miguel Esbir, más conocido como Miguelo.
Sebastián nació del matrimonio de Miguelo y Ana María Cummins, y vivió desde los 3 años con una parálisis cerebral tras sufrir un accidente en la piscina de su casa.
El cantante de 'Filo Contigo' utilizó sus redes sociales para confirmar la muerte de su hijo y dedicarle unas lindas palabras de despedida: "Les quiero contar que mi hijo Sebastián ha partido. Transmitirles además el ejemplo de vida y amor que dejó mi hijo a la familia y a todas las personas que lo conocieron", dijo en esa oportunidad.
Este fin de semana, se cumplió un mes de la partida de Sebastián y por lo mismo, Miguelo en entrevista con Las Últimas Noticias contó como ha enfrentando estas semanas sin su hijo. "Al principio me mantuve bien firme por mis hijos, mis nietos, mi ex mujer y mi pareja. Sentía que debía mantener cierta firmeza…. Estaba bien firme hasta hace poco", declaró a LUN.
Y ese "hasta hace poco" fue algunos días, cuando él junto a su familia fueron a dejar las cenizas de Sebastián al mar y al campo. "Fuimos en familia a dejar las cenizas de Sebastián al mar, al campo. Las pusimos en un árbol, espirtualmente fue muy bonito. Desde eso pasaron como diez días y me dio un efecto rebote", contó el cantante.
Y añadió: "La dureza o la firmeza se me fue entonces a la cres... pero la vida sigue. Yo sé que está mucho mejor, en paz. Debe estar en las manos de Dios, en el cielo. Tengo una tranquilidad fuerte. Siento que él está bien".
Miguelo no ha querido salir, por lo que ha preferido estar solo en su casa en Santiago para desahogarse. "Traté de pasar este momento solo. Estoy muy frágil. Me la he llorado toda. Lo que pasa es que no me gusta que mis hijos me vean así, y he descubierto que me descargo bastante en solitario".
Sin embargo, recién este fin de semana, a un mes del fallecimiento de su hijo, se dio el tiempo de salir de la casa y asistió al matrimonio de unos amigos en Viña del Mar. "Aunque yo no quería ir por razones obvias, fue muy lindo, muy espiritual. Muchos amigos se acercaron, nos abrazaron, conversaron con nosotros (...) Me ayudó mucho sentir gente alrededor en este momento", concluyó.