La Fiscalía argentina investiga a tres personas ante su eventual responsabilidad en la muerte del cantante Liam Payne, ocurrida el 16 de octubre en Buenos Aires.
El cantante de ‘One Direction’ falleció tras caer desde el tercer piso del hotel donde se hospedaba. Según los estudios toxicológicos, el músico consumió alcohol, cocaína y un antidepresivo antes de su muerte.
Dentro de los tres imputados se encuentra Rogelio Nores, empresario y amigo de Payne, un empleado del hotel identificado como Ezequiel Pereyra y Brian Paiz, un supuesto proveedor de drogas.
Habla imputado por muerte de Liam Payne
Brian Paiz conversó con Telefé y declaró que conoció al músico durante su trabajo como camarero en un restaurante de Puerto Madero, en Buenos Aires, donde llegó junto a su novia y dos personas más.
La Fiscalía lo acusa de suministrarle droga al cantante durante dos momentos diferentes, pero él lo negó. “(Liam) me contactó en lo que es mi trabajo, nos pasamos el contacto y nos vimos esa noche. Dicen que él no se estaba drogando, pero cuando llegó al local en el que yo trabajo ya estaba drogado; de hecho, no comió”, dijo.
“En uno de esos momentos, él se me acercó, me pidió mi contacto, yo le pasé mi Instagram y él me envió mensajes porque quería drogarse. Él ya estaba drogado y creo que se iba a un concierto”, agregó.
Dicho encuentro habría ocurrido el 2 de octubre cuando Paiz llegó al hotel, donde según sus declaraciones, Liam Payne le mostró su música y tomaron “unos shots de whisky”.
Posteriormente, se habrían visto el 13 de octubre. “Ahí nos drogamos, porque es la realidad, pasó algo íntimo. Me quedé toda la noche”, reveló. “Yo fumé marihuana y él estaba con la cocaína que está en esas fotos, la separaba, no sé qué hacía,”, explicó.
“No le dije nada porque no lo vi mal, lo vi normal, bien. En ningún momento fue agresivo, me trató muy bien, fue muy dulce. Me preguntaba si yo estaba bien”, agregó. Además, detalló que el cantante le quería “pagar” y que le ofreció ropa, pero él nunca lo aceptó.
Según su relato, cree que Payne “tenía miedo”, ya que colocó papeles en la ranura para la tarjeta que abre la puerta de su habitación en el hotel. “No sé de qué tenía miedo, yo no entendía y, a la vez, entendía que algo raro estaba pasando”, dijo.
La última vez se vieron fue cuando Paiz le pidió que conociera a una amiga que era su fan. “Se apareció afuera donde yo vivía y quería que volvamos al hotel. Yo le dije que no podía”, sentenció.