Este viernes pasado en un nuevo capítulo de "De tú a tú", Martín Cárcamo entrevistó a la cantante nacional, Denise Rosenthal.

La intérprete recordó sus inicios en el mundo de la televisión con "El Blog de la Feña" y "Amango", su llegada a la música y los difíciles momentos que vivió en su etapa escolar.

Asimismo, se refirió a su experiencia con el terremoto de 2010. Más bien, los difíciles momentos que vivió con su padre Christian, quien perdió su casa en Pirque.

En ese sentido, aseguró que su papá Christian compró un terreno que tenía una casa de adobe: "Mi papá es muy sociable pero se sentía solo, así que encontró este terreno, le gustó, hizo la casa y después el restaurante. A mi viejo le gustan mucho las antigüedades, tiene un gusto artístico muy especial", comentó la cantante.

"Con el terremoto se cayó todo, agradecí que mi viejo estaba vivo. Esto se desarmó completo y mi papá vivió como siete meses en una carpa afuera mientras arreglaba la casa. Es un hombre muy inspirador, siempre está buscando desafíos nuevos. Mi papá ha sido para mí mi mentor, un guía y un maestro, la mayoría de las cosas que sé me las enseñó él", agregó.


Finalmente, el papá de Rosenthal construyó en aquel terreno el hotel boutique “La calma de Rita”, donde se realizó esta entrevista.

La experiencia del papá de Denise Rosenthal con Spencer Tunick

Uniéndose a la conversación, Christian, papá de Denise, contará que su padre, el abuelo de Denise, llegó a Chile huyendo de la Alemania nazi a los 20 años. “Era judío alemán. Era ceramista, y siendo alemán hacía cosas chilenas. Se enamoró de Chile”, relatará.

Además, revelará que está muy conectado con el deporte, y que siempre ha entrenado por las mañanas subiendo cerros y corriendo maratones. Fue una fría mañana de 2001 cuando, en pleno trote, vio algo que lo sorprendió.

“Voy trotando por Plaza Italia, veo un montón de gente, me contaron que Spencer Tunick les iba a sacar fotos en pelota a todos. Y dije ‘¿por qué no?’. Si aquí quién me va a ver, no tenía pareja, no tenía nada. Así que me saqué los calchunchos, había unos carabineros, puse la ropita en la rueda y me metí al grupo”, narrará Christian.

Consultado por Martín sobre la experiencia, el padre de Denise la definirá entre risas como “hedionda, de mucho roce, mucho olor a cuerpo, todos carreteados y pasados a cerveza y vino”.

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