Se llama Nixie y mezcla dos tendencias que están súper de moda en los últimos meses: es una pulsera (tecnología “vestible”) que se convierte en un drone. Tan alucinante suena que Intel lo premió con 500 mil dólares en el concurso “Make it wearable”.
Su público objetivo son los deportistas que quieren inmortalizar sus aventuras en lugares de difícil acceso, donde no pueden acarrear un drone con todas las de la ley. Lo más inverosímil es que Nixie promete regresar a su dueño como si fuera un bumeran. En el “modo Bumeran”, el usuario lo arroja, Nixie toma una foto y regresa.
El cuadricóptero se adapta a la muñeca del propietario y se sincroniza con el smartphone para bajar las fotos y videos captados en vuelo. Hasta ahora, Nixie está en etapa de desarrollo y todavía no hay fecha de estreno.
Los otros finalistas del “Make it wearable” son una almohadilla que permite que los bebés prematuros en incubadoras sientan el latido de sus madres y un collar que da instrucciones, a través de pulsos, a los ciclistas para que no tengan que revisar sus teléfonos inteligentes.