Con la idea de promover la toma de decisiones pedagógicas basada en evidencia y simplificar los procesos pedagógicos y administrativos en los establecimientos educacionales mediante la inteligencia artificial y uso de nuevas tecnologías, en 2017 nace Kimche, quienes, a cinco años de ese hito, hoy están revolucionando la educación del país al crear el primer Libro de Clases Digital.
Versión moderna del querido y pesado libro de clases, donde los profesores anotaban los progresos de los alumnos, planificación de temas y demases, este Libro de Clases Digital registra información de manera automatizada, junto a las notas, hojas de vida de los escolares, objetivos de aprendizaje y habilidades para cada nivel y asignatura, y en el cual el apoderado puede acceder en tiempo real a través de una app que funciona como la típica libreta del colegio.
Las ventajas de esta solución digital
El uso de esta creación tecnológica educacional –presente en más de 300 colegios en todo el país– genera, entre otras, dos grandes ventajas para el sistema escolar: con los procesos digitalizados, el ahorro de tiempo que produce en la labor administrativa de cada profesional –asistencia, revisión de notas, acceso a la información– les permite tener más horas disponibles para planificar sus clases y realizar un seguimiento de rendimiento del alumno durante su permanencia en el establecimiento, es decir, se puede acceder a una especie de historial académico de cada estudiante, no solo del año en curso. Este sistema permite a los docentes reducir en un 67% el tiempo destinado al trabajo administrativo.
“La idea es reducir el tiempo de las tareas administrativas que se hacen a mano, a la antigua, digitalizando estos procesos. Esto permite dedicar el tiempo de trabajo en otras cosas más productivas educacionalmente, desde los profesores hasta los profesionales de la Unidad Técnica Pedagógica o UTP”, cuenta Sebastián Arentsen, cofundador de Kimche.
El otro “plus”, o ventaja, es el uso de esta infinita información en modo Big Data. Esto permite encontrar posibilidades de mejora al visibilizar a los estudiantes para entender quiénes necesitan mayor atención y en qué áreas; lo que es muy útil porque un alumno puede tener un mal promedio en un ramo, pero eso no implica que esté mal en todas las materias de la asignatura sino en algunas en particular. Esto respalda la toma decisiones al basarse en datos, ya que trabaja de forma colaborativa para crear soluciones a los problemas identificados. Mide el impacto de las intervenciones, replica las acciones que fueron efectivas y genera un proceso de mejora continua.
"La plataforma online facilita los procesos pedagógicos y administrativos a los profesores con tecnología de vanguardia que actualmente son implementadas por empresas como Uber, Facebook y Netflix", cierra el especialista.
Actualmente Kimche ya se encuentra trabajando en 300 establecimientos del país, de Arica a Punta Arenas, quienes están pudiendo aprovechar las soluciones tecnológicas creadas por la edtech, donde también destacan la app “Whatsapp Escolar” (que reemplaza a la libreta de comunicaciones); el Kimche Pass (dispositivo que permite firmar los libros de clases digitalmente sin tener que emplear el celular propio de cada docente); además de ser partner de Google para todo lo que es la implementación de monitoreo.
La historia de Kimche
La creación de Kimche se remonta al año 2016, cuando Sebastián Arentsen comenzó a trabajar en un estudio de asistencia a clases en un colegio particular subvencionado. Allí descubrió que existía un enorme espacio para desarrollar soluciones tecnológicas en la administración educacional.
“Era a la antigua, con mil botones y muy complejos de usar. Además, el sistema solo permitía sacar la asistencia por mes de un curso y letra. Muy limitado, pero fui armando todo en Excel preparando ciertas métricas que me parecieron interesantes. Les fui descomponiendo el dato en una presentación, las tendencias, y todos empezaron a conversar mucho y tomar decisiones en su gestión”, cuenta Sebastián sobre esa primera experiencia.
Y mientras el facultativo siguió conversando sobre los alcances y resultados de esa presentación, Sebastián se fue a su casa pensando en el rápido impacto que tuvieron esos datos en la conversación, y en cómo podía mejorar la educación, alumno por alumno, con un mejor sistema.
Así comenzó el camino de Kimche –en el Centro de Innovación UC-, servicio de Big Data y formación online que facilita el uso de datos para la toma de decisiones pedagógicas de las instituciones educativas. O sea, usa datos para mejorar la vida de los estudiantes, transforma la educación y facilita la toma de decisiones basados en datos.